Cancún es el principal destino turístico de México, cada año reporta más de seis millones de personas que visitan sus playas y las zonas arqueológicas que se encuentran cerca.
Desde hace un par de años se ha intensificado la violencia en este paraíso mexicano de playas y zonas naturales privilegiadas. La violencia derivada de la guerra que libran los cárteles del narcotráfico y bandas locales para el control del tráfico de drogas de la región, ha aumentado los asesinatos, ejecuciones y ajustes de cuentas.
En los últimos días han ocurrido dos ataques lejos de la zona turística, pero abonan al clima de inseguridad que se vive en el sureste mexicano.
El viernes pasado cuatro hombres armados entraron a club de nudistas en pleno centro de Benito Juárez, donde se ubica Cancún, abriendo fuego en contra de algunos clientes que se encontraban en e lugar, informaron autoridades locales.
El saldo del ataque fue de 5 personas muertas y 5 más con heridas, la fiscalía del estado de Quinta Roo informó que tres personas fueron detenidas y están bajo investigación y "que se cuentan con elementos suficientes para lograr la captura de todos los responsables".
Otro ataque se produjo en enero pasado en el bar "Las Virginias" en Playa del Carmen, una de las localidades de Quintana Roo más recurridas por turistas, que dejó 7 personas heridas y 1 herida en un ataque similar al club "La Kuka".
Un grupo de hombres armado ingresaron al establecimiento, ubicado en una colonia popular, y dispararon en contra de los clientes.
Analistas han advertido desde hace tiempo que este tipo de hechos se dan como parte de la violencia entre bandas de delincuentes que se disputan la zona para la venta de estupefacientes en regiones con alta demanda, como son las playas del sur mexicano.
El especialista Ricardo Ravelo, autor de varios libros sobre narcotráfico, explicó que la demanda de drogas en este sitio turístico es cada mayor, "Se nota la disputa de un mercado de drogas que cada vez es más boyante en Cancún", dijo a la BBC Mundo en 2017.
Según la Encuesta Nacional de Adicciones de 2016 señala que en Quintana Roo el consumo marihuana es más alto que en cualquier otro estado, con un 13,8% de la población, mientras que la media nacional 8,6%.
También el estado ocupa el tercer lugar en consumo de cocaína con 5,8%, mientras que el promedio nacional del uso de esta droga es de 3,5%.
En los últimos años, los grupos con presencia en Cancún y el resto de la Riviera Maya, la franja costera de Quintana Roo, son los carteles de Sinaloa, Zetas, del Golfo y Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Pero no sólo es la violencia que se genera en las calles el problema, en Cancún desde la década de los 90 es una de las principales puertas por donde entra la droga que se encía desde Sudamérica, las cuales eran arrojadas desde las avionetas hacia el mar.
El "bombardeo" como se le conocía a este método, fue muy común en los años 90. Desde entonces a la Riviera Maya se la conocía como La ruta del Caribe, recuerda el especialista Ravelo.
"Cancún siempre ha sido una región socorrida para la delincuencia organizada", explicó.
Empresario nacionales y extranjeros desde esos años empezaron a invertir el dinero del cártel en la construcción de enormes complejos hoteleros y condominios.
Esta red de lavado de dinero fue descubierta en una investigación de la Procuraduría (fiscalía) General de la República (PGR), y la agencia antidrogas de Estados Unidos, la DEA.
El caso, conocido como El Maxiproceso, fue una de las pesquisas más grandes de la historia de México.
Mario Villanueva, exgobernador de Quintana Roo, fue detenido a raíz de esta investigación, acusado de lavado de dinero y narcotráfico.
Pero esta clase de asociaciones de carteles e inversionistas aún se mantiene, incluso entre los grupos pequeños que ahora están en guerra explica Ravelo.
"Hay alcaldes, regidores, síndicos y ya no hablemos de policías. Protegen a los grupos criminales".