Andrés Manuel López Obrador anunció este domingo que Islas Marías dejarán de ser prisión. Más de un siglo después de albergar a los prisioneros más peligrosos de México, el mandatario cerrará sus puertas.
Su clausura se dio a conocer mediante un mensaje publicado en la cuenta oficial de Twitter de Obrador, en el que aseguró que los detalles se revelarán el día de mañana.
El mandatario se reunió con el gobernador de Nayarit, Antonio Echeverría García y algunos miembros del gabinete, para impulsar su programa "Sembrando Vida", que se avoca en el diseño de proyectos para rescatar el campo y reactivar la productividad.
Jesús Ramírez Cuevas, vocero de presidencia, también informó sobre el cierre de la prisión. "El presidente @lopezobrador_ estuvo el día de hoy en las Islas Marías junto con parte del gabinete. Mañana informará los detalles del por qué después de más de 100 años dejará de ser una prisión", escribió.
Hoy estuve en las Islas Marías con algunos miembros del Gabinete. Mañana informaré que, después de más de un siglo, dejará de ser prisión. pic.twitter.com/MXPBpFFqnX
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) February 18, 2019
En marzo de 2018, durante su campaña electoral, Obrador se reunió con empresarios de la entidad para dialogar sobre el mejor uso que se le podría dar a Islas Marías, entre las que destacó convertirlas en un atractivo turístico.
El terreno se compone de nueve islotes de diferente tamaño ubicados a unos 100 kilómetros de la costa mexicana en el estado de Nayarit, las cuales fueron declaradas en 2010 reserva de la Biósfera por la UNESCO. En una de estas islas se encuentra la Colonia Penal Federal Islas Marías.
La prisión fue fundada en 1905 para albergar prisioneros de alta peligrosidad, por lo que sigue el modelo de otras cárceles alejadas de la civilización, como Alcatraz en San Francisco, Estados Unidos.
Los presos gozan de ciertas libertades dentro de la isla debido a su aislamiento, y son sólo custodiados por 49 guardias y 80 elementos de la Marina Mexicana. El verdadero control lo ejercen los tiburones y los 100 kilómetros de mar que separan a María Madre de la costa.
Más allá de las libertades y de la belleza de la isla, las condiciones de vida no son fáciles. En 2013, Animal Político reportó un motín en las instalaciones. Los presos se quejaban de la falta de agua y comida, de la dificultad de recibir visitas debido a los altos costos del viaje hasta la isla y del aislamiento que generaba el tedioso proceso de verificación de los familiares antes de poder ingresar a la isla.
Tras el incidente, las condiciones se flexibilizaron y el penal siguió en funciones. En agosto de 2018, un último contingente de 128 reos fue enviado a la isla María Madre con el objetivo de descomprimir 10 establecimientos carcelarios en el territorio continental mexicano.