Turistas y habitantes del puerto de Acapulco, Guerrero, México, mostraron su asombro este fin de semana cuando el mar retrocedió entre 10 y 20 metros de las playas Caleta, Caletilla y Dominguillo.
El fenómeno permitió observar el lecho marino alrededor de 30 minutos.
La agencia Cuartoscuro informó que durante dos días continuos los visitantes a las populares playas fueron testigos de la retirada del agua.
El Servicio de Protección Civil local informó que el fenómeno obedece a un sistema anticiclónico ubicado en las costas de California, Estados Unidos, y no representa un peligro para la población.
Durante el fin de semana no se emitió alta alguna de parte de las autoridades.
"El desplazamiento del mar que se presentó ayer en las playas de Acapulco es un fenómeno natural que ocurre en distintos lugares de manera cíclica y se percibe con diferente intensidad", explicó el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo.
Las rocas del mar, las paredes de los restaurantes, quedaron expuestas a la visita en playas como Caleta, Caletilla y en zonas de el Revolcadero, aunque los turistas no suspendieron sus actividades y algunos fueron vistos nadando en el agua.
En este fenómeno, los vientos giran en sentido a las manecillas del reloj, desplazando hacia el interior el agua superficial, "sin representar algún riesgo mayor para la población", explicó a EFE el meteorólogo mexicano Roel Ayala Mata, director de monitoreo y análisis de riesgos de la oficina.
Protección Civil precisó que este espectáculo suele ser habitual durante el invierno y que se debilita al final de la primavera, razones por las cuales puede volver a ocurrir en una intensidad variada.
Asimismo se le relaciona con la posición del centro del anticiclón en combinación con efectos de marea, manifestó.
La escena remitió a varias personas a los momentos que preceden a un tsunami, sin embargo la baja marea obedece a razones diferentes.
Un tsunami es una onda que se propaga por el mar a través de una o varias olas, que es originada por un terremoto en el fondo del mar; La actividad volcánica o la caída de un meteorito también pueden generarla.
Guerrero es una zona de México con gran actividad sísmica. El estado se encuentra cerca del lugar donde colindan las playas tectónicas de Cocos y de Norteamérica. Muchos de los terremotos se originan por el reacomodo de estas, haciendo de ciudades como Acapulco, localidades susceptibles de temblores y tsunamis potencialmente peligrosos.
Con información de EFE