Hernán Cortés quedó maravillado con esta pieza y decidió enviarla a España en el siglo XVI. Cientos de años más tarde, el emperador Maximiliano logró que el objeto regresara a México y ahora este tesoro de la época de Moctezuma podrá verse en la capital: el chimalli, (palabra náhuatl para decir "escudo".
Los antiguos guerreros mesoamericanos usaban los chimalli para defenderse en el campo de batalla, pero de estas piezas -hasta ahora- no se han encontrado vestigios.
Existía otro tipo de chimalli, una especie de insignia que usaban los sacerdotes o gobernantes y sólo se conservan cuatro en todo el mundo (2 en un museo de Stuttgart y uno en Viena). El Museo Nacional de Historia posee otro de ellos y a partir de mañana será la pieza protagonista en la exposición Chimalli, Tesoro de Moctezuma en Chapultepec.
Alrededor de esta pieza, las curadoras María Olvido Moreno y Laura Filloy planearon mostrar la excepcional técnica de los artesanos mexicas (amantecas se les llamaba a quienes trabajaban el arte plumario) y cómo también en el campo de batalla hubo un sincretismo a raíz de la Conquista de México, así como parte del mundo del emperador Moctezuma.
Algunos conquistadores españoles comenzaron a usar la vestimenta más ligera de los guerreros aztecas y éstos adoptaron algunas de las armas de los europeos.
Justo hace 500 años, entre el 11 y 18 de febrero de 1519, Hernán Cortés partió de Cuba rumbo a lo que hoy se conoce como México. Al llegar se dio cuenta de lo bien establecido que estaba el Imperio mexica y, como ocurrió con todos los conquistadores, lo maravillaron las aves y animales de estas tierras.
El chimalli, explicaron las curadoras en un recorrido a medios de comunicación, pesa menos de 1 kilogramo y mide 67 centímetros de diámetro. Para su elaboración se emplearon 26 mil 400 plumas, tan sólo 17 mil se usaron para el borde de la pieza.
Para realizar la estructura se cortaron 700 varillas de bambú mexicano de 3 mm. Se pegaron en dos capas de 350 y 350 varillas. Agaves, algodón, pelo de conejo, grana cochinilla, papel y láminas de oro fueron otros de los materiales que se emplearon en la realización de esta pieza histórica.
En el siglo XIX, el emperador Maximiliano hizo gestiones con su familia para que regresaran a México tres tesoros que salieron del país durante la época de la Conquista y que habían terminado en poder de la corona austriaca.
El emperador quería de vuelta una carta de relación de Hernán Cortés al rey Carlos V, un códice y el chimalli, sólo este último regresó a México en 1866.
Es precisamente en la sala principal donde se exhibe la pieza histórica, que puede apreciarse tanto de frente como en su parte posterior, flanqueada por retratos de Moctezuma y Maximiliano.
Chimalli, Tesoro de Moctezuma en Chapultepec se presentará en el Museo Nacional de Historia del 14 de febrero al 31 de mayo.