Sentada en una de las solitarias bancas de madera en la Catedral de Notre Dame, en París, Antonieta Rivas Mercado se disparó en el corazón. Era el 11 de febrero de 1931 y la noticia pronto alcanzó eco internacional.
Era una mañana fría y en ese momento había pocos visitantes en la famosa iglesia parisina. Fue el momento en que Antonieta decidió dispararse usando una pistola que había robado la noche anterior a su amado José Vasconcelos.
Una mujer de la clase alta en México, mecenas de intelectuales, promotora cultural, activista política, había decidido acabar con su vida en el templo. Tenía sólo 31 años-
La hija del arquitecto Antonio Rivas Mercado no pasaba por su mejor época. Había perdido la custodia de su único hijo y la relación con Vasconcelos se había enfriado. Haber perdido las elecciones presidenciales fue un duro golpe para ambos.
Antonieta había sido el gran soporte de Vasconcelos durante toda la campaña. Lo apoyó económicamente, pero también acompañándolo a los lugares a donde llevaba su discurso.
Rivas Mercado se encontraba en Estados Unidos cuando supo del fraude electoral en México que le dio la presidencia a Pascual Ortiz Rubio, en noviembre de 1929.
Antonieta nació en la Ciudad de México el 28 de abril de 1900. Fue la segunda hija del arquitecto Rivas Mercado (creador del famoso Ángel de la Independencia) y de Matilde Castellanos.
Muy joven tuvo que quedarse a cargo de su casa pues su madre huyó a Europa con un amante.
A los 18 años se casó con Albert Edward Blair, con quien tuvo en 1919 a su hijo Donald Antonio. A mediados de los 20 su matrimonio atravesaba una difícil época y finalmente se separaron. Entonces inició una lucha por la custodia de su hijo que desgastó a Antonieta.
De "educación refinada", Antonieta hablaba inglés, francés, alemán, griego e italiano. Fundó el Teatro Ulises y además formó el patronato para la Orquesta Sinfónica de México.
Entre los personajes a los que apoyó como mecenas estuvieron Andrés Henestrosa, Xavier Villaurrutia, Salvador Novo, Julio Castellanos y el pintor Manuel Rodríguez Lozano, de quien se enamoró, pero no pudo ser correspondida porque él era homosexual.
Entre 1928 y 1929 se involucró en la campaña presidencial de José Vasconcelos y también se convirtió en su pareja sentimental.
Tras la derrota de Vasconcelos, Antonieta se exilió en Nueva York y París, ciudad en donde se encontró con él en 1931. Fue ahí donde decidió terminar con su vida.
Su vida inspiró una película llamada "Antonieta", de 1982, dirigida por Carlos Saura y protagonizada por Isabelle Adjani.