El glaciar Thwaites, localizado en la Antártida Occidental, es de los más inestables de la zona, al ser uno de los que se han derretido a un ritmo mayor del previsto inicialmente.
El estudio más reciente sobre la evolución de los glaciares en esta zona de la Antártida, publicado el 31 de enero de 2019 en la revista Science Advance, indica que su deshielo podría tener un fuerte impacto en el nivel del mar a escala global.
Actualmente, Thwaites presenta una cavidad con una superficie equivalente al doble de la ciudad de Manzanillo, en el estado de Colima, y posee una altura equivalente a la Torre Eiffel de París. El volumen de esta cavidad equivale a 12.000 veces la capacidad del Estadio Azteca, al sur de Ciudad de México.
Los cálculos iniciales indican que esta cavidad podría haber contenido, antes de vaciarse, alrededor de 14.000 toneladas de hielo, donde la mayor parte se ha convertido en agua o forma parte de pequeños icebergs que flotan en el mar de Amundsen.
La NASA ha realizado un detallado monitoreo satelital de este glaciar y con el análisis de los datos obtenidos se ha podido determinar que la mayor parte del deshielo en el glaciar se ha registrado en los últimos tres años y que puede causar un aumento en el nivel global de los mares hasta de 2,4 metros durante las próximas décadas.
Este aumento se alcanzaría en el caso de que los glaciares vecinos a Thwaites se desestabilicen por el crecimiento de la cavidad. Actualmente, el 4% del aumento global en el nivel de los mares se debe exclusivamente a Thwaites.
Según información publicada por el Dr. Alfredo Sandoval Villalbazo, académico e investigador de la Universidad Iberoamericana, un aumento de dos metros en el nivel del mar tendría efectos catastróficos sobre la civilización.
Numerosas islas habitadas se verían sumergidas e importantes zonas costeras desaparecerían. De acuerdo al mapa interactivo elaborado por la organización Climate Central, importantes porciones de las costas de Tabasco, Campeche y Quintana Roo se verían seriamente afectadas ante un aumento de estas proporciones.
A raíz del riesgo que representa el derretimiento de Thwaites, se ha determinado realizar expediciones para complementar la información satelital y con ello incrementar la precisión de los modelos matemáticos empleados para predecir la evolución de éste y otros glaciares.
México y el cambio climático
De acuerdo con el nuevo reporte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), si aumenta la temperatura del planeta, se corre el riesgo de que desaparezcan casi el total de los arrecifes de coral, acidificación del océano y una caída en la producción de maíz, arroz y trigo.
Fernando Aragón-Durand, investigador de El Colegio de México y uno de los autores del reporte, explica que en México existe una vulnerabilidad diferenciada a los distintos impactos del cambio climático como pueden ser lluvias extremas, inundaciones, sequías y ondas de calor.
Para Roberto Sánchez Rodríguez, investigador del Colegio de la Frontera Norte y uno de los revisores del texto del IPCC, México está muy expuesto a los eventos climáticos. "Los vemos año con año con los huracanes, por el Océano Atlántico y el Pacífico, tenemos problemas de sequía, ondas de calor", comenta.
Según el investigador, no se le ha dado la atención suficiente a los impactos actuales de los efectos del cambio climático ni se ha planteado qué hacer a futuro y cómo reducir la vulnerabilidad del país.
Además de la falta de atención, también existe una falta de recursos para atender las necesidades que vienen con el calentamiento global.
A través de un comunicado el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), señaló que para México la atención al reto del cambio climático sigue siendo un asunto urgente y de prioridad nacional.
Según el INECC se necesita una inversión de 130.000 millones de dólares para alcanzar los objetivos de mitigación al 2030. Y en caso de no tomar acción alguna, el costo para el país será de 143.000 millones de dólares.