Así se celebró el Año Nuevo en las comunidades indígenas en Michoacán (Video: EFE)
Indígenas conmemoraron este viernes el inicio del Año Nuevo Purépecha con una peregrinación de dos días por senderos boscosos y montañosos en el estado de Michoacán.
Los purépechas, la principal etnia de Michoacán, cada 1 de febrero celebran un nuevo año, caminando con el "Abuelo Fuego" entre Naranja de Tapia y Coanajo, Michoacán, dos poblados indígenas como gran tradición ancestral.
Durante la caminata, que marca el inicio de un nuevo año que coincide con el ciclo agrícola del occidente mexicano, se hacen pausas en diversas comunidades purépechas con el propósito de fortalecer los lazos de amistad y rescatar los valores de su cultura.
El 30 de enero inició a las 7:00 horas en Naranja de Rapia, pasando por Tirindaro, Barranca Honda, Zinciro, Erongarícuaro, hasta detenerse al caer la noche en la comunidad de Uricho. Al día siguiente partieron a las 7:00 horas para llegar a Arocutín, Tócuaro, San Bartolo, Santa Ana Chapitiro, Pátzcuaro, hasta el destino principal, Cuanajo, en el Municipio de Pátzcuaro, Michoacán.
Durante el recorrido, los asistentes transmiten conocimientos recibidos en sus familias, de tal forma que en la actualidad han logrado recuperar una gran cantidad de información no solo sobre la ceremonia, sino también sobre otros aspectos tan variados como juegos, música y datos históricos, que se remontan al pasado prehispánico.
Por la noche del 1 de febrero, los purépechas se reunieron en el poblado indígena de Cuanajo, donde encendieron el "Fuego Nuevo", que habrá de ser preservado por 365 días en esa comunidad, para ser trasladado en 2020 a Capácuaro, municipio de Uruapan, Michoacán, mediante una caminata similar a la de este año.
Los participantes se calientan con el "Fuego Nuevo" para sobrellevar el frío de la noche, al tiempo que lo alimentan y le ofrecen oraciones.
"Tierra mi cuerpo, agua mi sangre y fuego mi espíritu", murmuran durante los dos días de recorrido.
La ceremonia está dedicada al dios del fuego Kurhikuaeri, la principal deidad de los purépechas, para pedirle abundancia en los cultivos del nuevo ciclo y permiso para que el fuego pueda cocinar los alimentos que les darán energía y vida.
La conmemoración del Año Nuevo Purépecha resurgió en 1983 después de casi 500 años de permanecer en el recuerdo tras la conquista española, con la idea de revalorar los conocimientos y raíces culturales prehispánicas.
Con información de EFE