Lo que pudo pasar como traspié se convirtió en bochorno para la Secretaría de Cultura federal, luego de confundir una fecha histórica en un oficio que circuló entre sus empleados y, peor, atribuirlo después a una modificación intencional.
Esto ocurrió el pasado viernes, cuando comenzó a circular un oficio en el que la autoridad informaba a sus empleados que este lunes 4 de febrero es de descanso obligatorio por la conmemoración de la Batalla de Puebla, fecha histórica que recuerda la guerra contra la invasión francesa.
Error: lo que los mexicanos conmemoran es en realidad la Constitución mexicana, promulgada el 5 de febrero de 1917.
El descanso obligatorio de este día festivo ocurre el lunes para juntarlo con el fin de semana y hacerlo "largo", como una medida para promover el turismo.
El error de la Secretaría de Cultura comenzó a circular en redes sociales, en medio del escándalo por la salida de Daniel Goldin, de la dirección de la biblioteca José Vasconcelos, que ha levantado fuertes críticas en el medio editorial mexicano.
Tal vez todo hubiera quedado como error si no hubiera sido por la salida que buscó el equipo de comunicación de la Secretaría de Cultura, que en lugar de reconocer el yerro prefirió argumentar que se trataba de un documento "alterado".
Buena tarde, hacemos de su conocimiento el documento original al que hace referencia su nota, el cual fue alterado y difundido en redes como auténtico. Saludos. pic.twitter.com/RkkVYfWQH4
— Secretaría Cultura (@cultura_mx) February 2, 2019
Pero el documento que primero llegó a las manos de los trabajadores de la Secretaría de Cultura iba firmado por el director de Administración de la Unidad de Administración y Finanzas de la dependencia, Hugo Fernando Huesca Granciano.
Medios como Reforma y El Universal incluso pudieron constatar la autenticidad de la circular DGA/ 0422/2019. Pero más tarde la Secretaría de Cultura respondió en su cuenta de Twitter que el documento original había sido modificado y envió otro con la información correcta.
Esto ocurre en medio de la ola de críticas que ha tenido que enfrentar la dependencia, luego de que Daniel Goldin dejó la dirección de la biblioteca José Vasconcelos.
Su sola salida despertó la crítica de escritores, editores y promotores de la cultura. Pero la reacción fue peor cuando se conoció que Goldin no había renunciado, sino que le pedieron la renuncia en un tono considerado inaceptable.
La versión oficial de la renuncia provino de Max Arriaga, el nuevo director de Bibliotecas. Goldin, por su parte, ha guardado silencio.
Todavía sin cumplir la meta de los primeros 100 días, la Secretaría de Cultura que encabeza Alejandra Frauto ha debido enfrentar ya varias polémicas por los cambios de ruta de la política cultural, los despidos y recortes presupuestales en áreas como el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), responsable de las becas a creadores.
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