El número de muertos por la explosión de una toma clandestina de gasolina en Tlahuelilpan, Hidalgo, ascendió a 125, informó este domingo el gobierno federal, en su más reciente parte médico.
A la fecha además todavía hay 22 personas internadas en centros hospitalarios de la Ciudad de México, Hidalgo y Estado de México, y tres más que reciben atención en Galveston, Estados Unidos.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indicó que el último deceso ocurrió la medianoche del sábado en la Unidad Médica de Alta Especialidad de Magdalena Salinas, donde permanecen otras 4 personas lesionadas.
El pasado 18 de enero un grupo de pobladores de Tlahuelilpan reventó un ducto de hidrocarburo para "ordeñar" gasolina. Al cabo de dos horas, ocurrió la explosión.
En el sitio fallecieron 68 personas y 81 sobrevivientes fueron trasladados a distintos hospitales. Hasta la semana pasada, la tasa de mortalidad de quienes recibieron atención clínica era de 60%, de acuerdo con las autoridades de Salud.
El pasado 30 de enero, la Secretaría de Salud federal dio por concluida la fase de emergencia, en la que participaron aproximadamente 2.000 trabajadores de Hidalgo y federales para apoyar a las víctimas.
Los esfuerzos en Hidalgo ahora están concentrados en la identificación de restos que permanecen en el forense, donde se calcula que todavía hay sin reconocer 53 cuerpos con alto grado de calcinación.
Las pruebas de ADN comenzaron la semana pasada, pero por una equivocación de la Fiscalía de Hidalgo hubo que repetirlas.
A finales de diciembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció una estrategia de combate al robo de combustible, que en 2018 generó pérdidas de hasta 65.000 millones de pesos (unos 3.400 millones de dólares).
Para acabar con la "ordeña" de ductos, el gobierno federal reforzó la vigilancia de los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) con el despliegue de más de 5.000 elementos de las fuerzas federales.
También hubo cambios en el método de transporte de gasolina al incorporar más pipas para la distribución, lo que ocasionó retrasos en el abasto en al menos 10 entidades.
Como consecuencia de estas medidas, el pasado jueves en la ciudad de Salamanca, Guanajuato, donde se ubica una importante refinería de Pemex, apareció una manta con amenazas en contra de López Obrador.
También encontraron un vehículo abandonado a la Puerta 4 de la refinería, con explosivos que pudieron desactivar elementos del Ejército.
López Obrador, por su parte, ha advertido que no dará ni un paso atrás en el combate al "hachicol" y advirtió que no se dejará amedrentar por las amenazas.
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