El obispo del estado de Saltillo, Raúl Vera López, presidió el 20 de enero una misa para la asociación civil San Aelredo, que promueve el matrimonio entre personas del mismo sexo y los derechos de las personas transexuales.
La ceremonia, hecha en conmemoración por los 17 años de la comunidad católica gay en el estado, se llevó a cavo en la capilla del Santo Cristo, que se encuentra a un constado de la Catedral de Saltillo.
Rodeado de las características banderas del colectivo LGBTTTI, el prelado mexicano motivó a la comunidad a continuar con la visibilidad dentro de la Iglesia para poder entenderles.
"Tienen un trabajo muy importante que hacer dentro de la Iglesia. Ustedes me ayudaron a entrar a su mundo. Sin ustedes, nosotros en la Iglesia no vamos a entender que tienen una presencia en el mundo y una propia identidad", dijo.
Durante la misa, Vera le aseguró al colectivo que, a pesar de las ofensas e injusticias que han podido padecer, la Iglesia tiene un lugar para ellos. Sin embargo, recalcó la necesidad de que la comunidad ayude a la institución a tener mayor apertura. "Dios nos acepta a todos con nuestra diversidad de cualidades y opciones dentro de la vida".
Al finalizar la celebración, los dirigentes del colectivo agradecieron al sacerdote, a quién reconocieron su trabajo en pro de la inclusión.
Críticas al Obispo por oficiar la misa
Luego de que Raúl Vera presidiera la misa, hubo personas que lo insultaron por llevar a cabo actividades con la comunidad lésbico-gay. En la página oficial de la Diócesis de Saltillo, se publicó un comunicado en el que el obispo aseguró haber recibido correspondencia con insultos hacia él.
En su cuenta oficial de Twitter, la Iglesia también compartió un mensaje con la declaración del sacerdote, en la que aseguró que es necesario dejar a un lado los prejuicios que se nos han enseñado.
Hace días aquí había una escandalera, porque recibí a personas #LGBT y les dije que tenían mucho que hacer por la Iglesia. Tenemos que dejar los prejuicios por lo que hemos leído, dejar de tacharlos de perversos. Recibí cartas insultantes, de odio hacia mi, porque yo los recibo pic.twitter.com/f5tX7GNmsk
— Diócesis de Saltillo (@diocesisaltillo) January 27, 2019
En el año 2002, la Iglesia empezó a trabajar con la población LGBT en la capital del Estado de Coahuila. Hasta 2011, la comunidad San Aelredo fue parte de la pastoral de la Diócesis de Saltillo, con la que llevaba una agenda para promover los derechos de las personas homosexuales. Sin embargo, cuestionamientos por parte del Vaticano propiciaron que el colectivo se separara de la diócesis y formara una asociación propia.