El gobierno de Estados Unidos regresó a México al primero de un grupo de migrantes centroamericanos que deberán permanecer en el país hasta que la administración de Donald Trump decida si le otorga o no asilo humanitario, un trámite que puede durar hasta 5 años.
El hombre, que dijo llamarse Carlos, fue recibido en la ciudad de Tijuana, Baja California, en la frontera entre los dos países, por elementos del Instituto Nacional de Migración (INM). De ahí será trasladado a Ciudad de México donde esperará la decisión sobre su petición de asilo.
Carlos es de nacionalidad hondureña, ingresó a Estados Unidos a través del cruce fronterizo en Tijuana, informó el INM.
Se espera que durante los próximos días continúe el regreso de migrantes centroamericanos que ingresaron ilegalmente a EEUU, a pesar de que México ha puesto condiciones para recibirlos y en el entendido de que su ingreso es sólo "por razones humanitarias".
Los migrantes que serán regresados a México para que esperen la decisión de las autoridades forman parte de las caravanas migrantes que salieron a partir de San Pedro Sula, en Honduras, en octubre de 2018.
A su llegada a territorio mexicano, estas caravanas se han ido dispersando, algunos de los integrantes han preferido regresar a sus países de origen, pero la mayoría de los que han continuado el viaje se mantiene con el objetivo de llegar a Estados Unidos. El contingente más grande que se tiene identificado permanece en la ciudad de Tijuana.
El viernes, la Cancillería mexicana anunció que aceptaría a migrantes regresados por Estados Unidos para que esperaran en tierra azteca la respuesta a sus solicitudes de asilo.
"El gobierno de México no coincide con la medida unilateral implementada por el gobierno de Estados Unidos. No obstante, y en congruencia con nuestra nueva política migratoria, reiteramos el compromiso con las personas migrantes y los derechos humanos", dijo a la prensa el vocero de la Cancillería, Roberto Velasco.
El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó el 20 de diciembre de 2018 que los ciudadanos no mexicanos pertenecientes a las caravanas que partieron a mediados de octubre desde Centroamérica y que ingresaron a Estados Unidos en busca de asilo tendrían que esperar en México a que se resuelva su trámite.
Velasco dijo que México no aceptará a menores no acompañados o personas con problemas de salud y que el caso de familias completas será tratado por separado. Añadió que tampoco se aceptarán personas que hayan apelado la negativa a su petición de asilo.