La vida en Sinaloa mientras se desarrolla el juicio del "El Chapo" en Nueva York

En 2009 la revista Forbes ubicó a Joaquín Guzmán Loera en la posición número 701 de la lista de las fortunas más grandes del mundo. Poco tiempo después de su recaptura en 2016, los accesorios como gorras, cinturones o mariqueras con ese número se encontraban por todos lados.

Hoy en día hay que  buscarlos con esmero entre los puestos de ambulantes de Culiacán, en el estado de Sinaloa, donde se vive una especie de "pax narca".

 En pocos días el juicio contra "El Chapo" concluirá. El narcotraficante mexicano espera su destino en una cárcel de Estados Unidos. Los 12 integrantes del jurado de la Corte Federal de Brooklyn tiene en sus manos el destino del capo mexicano más poderoso de los últimos tiempos.

"El proceso no ha tenido mucho impacto entre la gente. Solo entre empresarios y políticos por el tema de los sobornos", aseguró a Luis Pablo Beauregard, periodista de El País, un joven comerciante de libros de la alameda central, que vende los clásicos y viejos ejemplares de Jesús Blancornelas y  Manuel Buendía, dos de los periodistas mexicanos que más escribieron de narcotráfico.

El llamado "juicio del siglo" no ha tenido muchas sorpresas para los habitantes de Sinaloa, desde siempre han sabido que Guzmán es la cara del cártel, pero que el verdadero jefe siempre ha sido "El Mayo Zambada", dijo el librero.

Ismael Bojórquez, director del semanario sinaloense Ríodoce, explicó que con el juicio del "El Chapo", muchas cosas de las que habían publicado en sus páginas han sido comprobadas, "Me hace falta la evidencia del papel que han jugado los gringos en todo esto", indicó.

El semanario se ha dedicado a publicar las actividades del narco en el estado norteño, tanto, que en mayo del 2017 asesinaron al periodista Javier Valdez, fundador de Ríodoce. El asesinato ocurrió en las postrimerías de la guerra interna del grupo criminal causada por la extradición de Guzmán Loera a los EEUU.

Los enfrentamientos después de la extradición de "El Chapo" se dieron entre los herederos del capo y  Dámaso López Núñez,  alias "El licenciado". Mantuvieron a Sinaloa en una cruenta batalla por el territorio, que tan sólo en febrero de 2017 dejaron once muertos en un tiroteo en el municipio de Navolato.

La figura de Ismael, "El Mayo", Zambada García se afianzó en esta guerra  interna. Especialistas de la organización criminal creen que el veterano se alineó con los hijos de su socio.

En cuatro ocasiones el Ejército le ha pisado los talones a "El Mayo", según su propio dicho expresado  en un entrevista que concedió en la clandestinidad al decano del periodismo mexicano Julio Scherer, en el 2010.

"Huí por el monte, del que conozco los ramajes, los arroyos, las piedras, todo", dijo al reportero. El gobierno mexicano habría de sumar un intento más por capturarlo en febrero del 2014, cuando agentes de la DEA fracasaron en un operativo que llegó al rancho del narcotraficante a las afueras de Culiacán.

Bojórquez, según sus interpretaciones, explica que la entrevista que le concedió a Scherer pudo significar un mensaje que "El Mayo" mando al gobierno de EEUU , luego de la extradición de su hijo Vicente Zambada Niebla, conocido como el "Vicentillo", "El Mayo sabe cosas y está dispuesto a utilizarlas para negociar",  expresó el director de Ríodoce.

"Vicentillo" se declaró culpable en noviembre del año pasado en una corte de Chicago, lo que le permitió testificar en el llamado "juicio del siglo". Desde hace 5 años Zambada Niebla ha sido colaborador del gobierno del país vecino, algunas versiones aseguran que su ayuda podría ser premiada con una condena de 10 años que cumpliría el año próximo

Algo similar pasó con su medio hermano Serafín, quien recibió una sentencia de poco más de 5 años. Fue liberado en septiembre pasado porque ya había purgado su condena. En libertad también están Ismael Zambada Sicairos, "El Mayito Flaco", quien ha sido considerado operador para el trasiego de drogas sintéticas.

 "Vicentillo" ha declarado en diversas ocasiones, ante las preguntas de los abogados de Guzmán,  que dio información a las autoridades estadounidenses  de las coordenadas de los escondites de su padre. "Si no lo han detenido no es culpa mía", respondió a Eduardo Balarezo, defensor de "El Chapo", quien aseguró al jurado que "El Mayo" ha mantenido "reuniones con militares de muy alto rango".

Más de 25 empresas propiedad de la familia Zambada han sido puestas en la lista negra del Departamento del Tesoro de Estados Unidos en dos décadas.  A pesar de este golpe financiero, el poder de la familia sigue siendo evidente en Sinaloa.

"El Mayo es el más pesado, y en EEUU la gente no sabe quién es. El juicio si ha logrado poner en cuestión si "El Chapo" es el máximo jefe o solo uno más entre varios", explica Ioan Grillo, un escritor de narcotráfico en México.

Dámaso López Núñez  fue detenido en la capital mexicana en mayo de 2017, 13 días antes del asesinato de Valdez, muchos periodistas creían que fue él quien ordenó la muerte del periodista. Sin embargo, en  el juicio contra "El Chapo" aseguró que los actores intelectuales de ese crimen son los hijos de Guzmán Loera."Fue por órdenes de los hijos de mi compadre, Iván y Alfredo… La verdad es la verdad, tal vez no la sabía mi compadre (Joaquín Guzmán) pero ahora la sabe", dijo en la corte López Núñez. Esta declaración de "El lic" ha sido recibida con escepticismo.

En ese mismo año, 2017,  el hijo de Dámaso López se entregó a  las autoridades estadounidenses agobiado por el exterminio que se estaba dando al interior del cártel. 2017 fue el años más violento en Sinaloa, superó los 1.600 homicidios.

La caída de "El Chapo" y de los Dámaso originó una especie de "pax narca" en Sinaloa, "Ayudo a disminuir los homicidios", dijo Cristóbal Castañeda secretario de Seguridad Pública del estado.

"Cuando llegamos eran comunes los reportes que informaban de convoyes de gente armada, hoy no los hay", dijo Castañeda. Afirmó que los homicidios han tenido una disminución de 29% el año pasado, en comparación con el 2017, además de que se han recuperado las regiones que eran dominadas por narcotraficantes.

Para Ismael Bojórquez, periodista de Ríodoce nada cambia, a pesar de la sentencia que recibirá en unos días Joaquín Guzmán Loera, "El problema de fondo no cambia. Tenemos décadas viendo esto. Esto no cambia el régimen de impunidad, que ha tenido todo el tiempo el cobijo del Gobierno. Ni baja la violencia ni se ha desmantelado al cártel".

Con información de El País