México ocupó el penúltimo lugar de una lista de 108 países donde la Unesco aplicó un estudio sobre los hábitos y tiempos de lectura de la población.
Este índice, elaborado en 2013 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), justificó para el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador la necesidad de lanzar un ambicioso plan de promoción de la lectura.
Este plan se inscribe en el marco de una serie de políticas culturales que apuntalarán los esfuerzos de pacificación del país, asolado durante 13 años por la violencia del crimen y el narcotráfico.
De manera paradójica, este proyecto que el gobierno federal ha llamado Estrategia Nacional de Lectura arrancó este domingo en la pequeña ciudad de Mocorito, en Sinaloa.
Se trata, por una parte, de un estado marcado por el narcotráfico y ubicado en la geografía del crimen como cuna de cárteles y capos. Pero Mocorito también es un "Pueblo Mágico" conocido como la "Atenas del Norte" por su larga tradición cultural.
Allí, a finales del Porfiriato –etapa de la dictadura de Porfirio Díaz que va de finales del siglo XIX a principios del XX– se editó una muy reconocida revista cultural llamada Arte, promovida por el poeta Enrique González Martínez y que en sus páginas público poemas o relatos de escritores como Amado Nervo, Rubén Darío, Mariano Azuela, Leopoldo Lugones.
Este fue el escenario del lanzamiento de la Estrategia Nacional de Lectura, que estuvo encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y el escritor Paco Ignacio Taibo II, quien por primera vez lo acompañó en un acto oficial como "gerente" del Fondo de Cultura Económica (FCE).
Taibo no ha podido asumir la dirección general de la editorial del Estado por la ira que desató entre diputados federales una desafortunada frase que soltó en una acto público.
Ese episodio trabó la reforma legislativa necesaria para su nombramiento, pues el escritor es hijo de españoles y la ley hasta ahora reserva el cargo sólo para nacidos en México y de padres mexicanos.
No obstante lo anterior, Taibo habló en Sinaloa con la autoridad del cargo y allí anunció la apertura de 130 librerías en el país y la próxima edición de una colección que titularán "Viento en el Pueblo", la cual proyecta ofrecer libros a un costo de entre 10 y 15 pesos (menos de un dólar).
Junto con esta estrategia vendrán otras que impulsará la Secretaría de Cultura federal, la cual pretende recuperar la función social de las 8.000 bibliotecas públicas que hay en el país y convertirlas en centros culturales de las comunidades, como parte de la estrategia de reconstrucción del tejido social.
La secretario de Cultura, Alejandra Frauto, dijo en su momento que en un plazo de 2 años todas las bibliotecas del país contarán con acceso a internet y abrirán nuevas en 180 de los 720 municipios identificados de riesgo social por su índice de violencia y considerados en el Programa de Cultura Comunitaria, que preven arrancar en marzo.
De esta manera, el gobierno federal pretende hacer de la cultura y la lectura herramientas para la pacificación del país y la recuperación de valores.
Eso dijo este este domingo López Obrador en Mocorito, donde aseguró que su política tiene dos propósitos en lo general: "buscar el bienestar material y buscar el bienestar del alma".
Con la promoción de la lectura, el gobierno federal busca fortalecer los valores culturales, morales, espirituales, dijo. "Que se recoja lo que tenemos, la gran reserva de valores que hay en nuestro pueblo, esa gran herencia que viene de lejos, valores que hay en comunidades, pueblos, familias".
Acompañado de su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, reconoció que ella tuvo la idea de arrancar en Mocorito la estrategia, por su tradición cultural y porque allí nació también uno de los personajes más importantes de la izquierda en México: Arnoldo Martínez Verdugo, quien fue miembro del Partido Comunista Mexicano y uno de sus más importantes historiadores.
En su momento, Paco Ignacio Taibo II hizo una larga disertación sobre la lectura y su favores. "Leer es subversivo", dijo. "Permite construir utopías, ver lo imposible, imaginarlo, reconocer lo que nunca hemos tenido en las manos".
También alienta "sueños desvaríos, emociones fuertes, viajar, vivir otras vidas, conocer otros mundos, culturas, nos hace ciudadanos del mundo, nos lleva a vivir otras experiencias", dijo el escritor.
Al advertir que un problema de acceso a la lectura es el costo de los libros, anunció que esta estrategia empujará a las editoriales privadas a bajar los precios de sus publicaciones.
Asimismo, indicó que promoverán misiones culturales y el fortalecimiento de éxitos de la literatura, así como la instalación de bibliotecas en casas de interés social, es decir, que cuando sus dueños reciban las llaves allí encuentren al menos 5 libros.
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