El director del Hospital Amparo Pape confirmó que la Procuraduría para Niños, Niñas y la Familia (Pronnif) fue notificada sobre el caso de una adolescente de 14 años en Coahuila, que dio a luz a un bebé hace unos días y que era la tercera vez que tenía un embarazo, informaron medios locales.
La jovencita cuya identidad está protegida, es de Monclova, informó el doctor Ángel Cruz García Rodríguez, director del hospital de la Secretaría de Salud.
El médico rechazó proporcionar mayor información sobre la colonia en la que vive la joven, o la identidad del padre o padres de los tres bebés.
Manifestó que los casos de embarazos en mujeres menores de 18 años son alarmantemente frecuentes, y es una situación que se tiene que afrontar.
Los embarazos y los partos en adolescentes representan un riesgo a la salud para la futura madre como para el producto, dijo el doctor Ángel Cruz. El cuerpo de la adolescente aún no ha madurado lo suficiente, y llevar por nueve meses un producto en gestación y alumbrarlo en un parto ponen en riesgo la vida de ambos seres, explicó.
Un grave delito el abuso de menores
Por su parte, la Procuraduría para Niños, Niñas y la Familia (Pronnif) informó que son dos las adolescentes de catorce años que hospitalizaron por segundo y tercer embarazo respectivamente, las que fueron atendidas médicamente en el Hospital Amparo Pape y reciben junto con sus padres o tutores tratamiento psicológico, además de otros apoyos.
Leticia María Sánchez Campos, delegada de la dependencia Procuraduría en la Región Centro del Estado, dijo que ambos casos fueron durante 2018, y agregó que se les continúa dando seguimiento.
A las dos niñas, dijo, se les apoyó para que continúen estudiando y se firmaron acuerdos de responsabilidad con los padres o tutores de éstas y de sus bebés. En estas situaciones el manejo es complejo porque se trata de bebés y madres adolescentes, todos menores de edad.
Aclaró que quien tuvo tres embarazos, fueron dos abortos y un parto. Solo uno nació con vida. En el caso de la segunda jovencita de 14 años, donde fueron dos embarazos, fue un aborto y luego un parto.
La cifra de adolescentes embarazadas es alta, a la Delegación de Pronnif en Monclova llegan en promedio tres menores embarazadas por semana. Sus edades oscilan entre los 15 y los 16 años. En 2018 se registraron dos de niñas de 14 años que dieron a luz y en 2017 o 2016 hubo un caso más riesgoso porque quien sería futura mamá tenía apenas 13 años de edad, explicó Sánchez Campos.
La funcionaria destacó que con la dependencia del Empoderamiento de la Mujer ha trabajado muy estrechamente, en los casos en los que se trata de delitos, como violación, equiparado a violación o estupro, y en estas situaciones la Secretaría de Salud apoya a las víctimas con tratamientos profilácticos y hasta abortivos, todo dentro de las normas legales.
Explicó que cuando un adulto sostiene relaciones sexuales "con el consentimiento" de la menor, sigue existiendo delito, que se persigue por oficio y que según la edad que tenga la adolescente se tipifica como equiparado a violación, o estupro. Y aunque no haya denuncia por parte de los padres, la Pronnif presenta la demanda y la Fiscalía General del Estado procede contra el mayor de edad por los atentados sexuales.
Aumentaron embarazos de niñas entre de 10 a 14 años
México presentó un incremento en el número de niñas de entre 10 y 14 años de edad que estuvieron en gestación, a pesar de la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo Adolescente (Enapea), al pasar de 1.9 nacimientos por cada mil niñas y adolescentes en 2012, a 2.1 en 2015.
Según el informe ejecutivo 2017 de la estrategia interinstitucional que coordina la Secretaría de Gobernación, el propósito es "erradicar los embarazos de niñas de 10 a 14 años de edad, así como la estrecha relación que existe con el abuso sexual y las implicaciones que tiene en sus vidas.
"Los estados con mayores incrementos en embarazos subsecuentes en el periodo de estudio fueron Coahuila, Zacatecas, Oaxaca y Baja California, mientras que los estados con mayores disminuciones fueron Tamaulipas, Sonora y Baja California Sur".
México lideró en embarazo adolescente
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 16 millones de mujeres entre 15 y 19 años, y aproximadamente 1 millón de niñas menores de 15, dan a luz cada año. En este escenario, México tiene el primer lugar a nivel mundial.
Asimismo, tres millones de adolescentes entre 15 y 19 años se practican abortos inseguros o clandestinos en el mundo para interrumpir un embarazo no deseado, acción que pone en riesgo su salud, dijo en entrevista Claudia Díaz Olavarrieta, investigadora de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
Aseveró que en nuestro país, en los últimos 15 años, la fecundidad y la proporción de nacimientos entre adolescentes se han mantenido en niveles altos y prácticamente sin cambios.
Más de la mitad de estos embarazos no son planeados y se reportan 77 nacimientos por cada mil jóvenes entre 15 y 19 años de edad. Los embarazos conocidos como muy tempranos, es decir, en el grupo de edad de 10 a 14 años también van en aumento, con casi 27 por ciento de todos los nacimientos.
La experta, quien labora en el Programa de Prevención del Embarazo Adolescente a cargo de Rosalinda Guevara de la FM, mencionó que, la necesidad insatisfecha de anticonceptivos entre mujeres adolescentes fue del 24.8 por ciento. "Es el grupo más alto del país, aún por encima de las mujeres hablantes de lengua indígena, cuya cifra es de 21.7 por ciento".
Consecuencias físicas
El embarazo adolescente pone en riesgo la salud de la madre y del recién nacido. Cuanto más joven sea la madre, mayor el riesgo para el bebé. A nivel global, las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre adolescentes de 15 a 19 años.
De igual manera, los recién nacidos de madres adolescentes tienen una mayor probabilidad de registrar peso bajo al nacer, con el consiguiente riesgo de presentar efectos en la salud a largo plazo.
Prevenir
La educación es el mejor anticonceptivo y este tema debe abordarse a edad temprana, donde se incluyan programas sólidos basados en evidencia sobre educación sexual en las primarias y secundarias.
Debe ampliarse la cobertura de métodos anticonceptivos modernos. Que los adolescentes conozcan sus mecanismos de acción y efectividad, y los utilicen de manera sistemática y consciente.
Finalmente, Díaz Olavarrieta refirió que debe desmitificarse la interrupción legal del embarazo entre adolescentes.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: