Tsuguo Yoda sabía que la madre de la joven estaba a unos metros del edificio en ruinas. Al igual que sus compañeros, quería rescatar los restos de la muchacha tratando de dañar lo menos posible el cuerpo.
Así lo hicieron. El Equipo Japonés de Auxilio para Desastres (JDR, por sus siglas en inglés) trabajaba entre los escombros de un inmueble, derruido por la fuerza del terremoto de septiembre de 2017 en la Ciudad de México.
Los integrantes del equipo japonés habían arribado a México hacía unas horas, pero desde su llegada trabajaron incansablemente tratando de encontrar personas con vida.
"Cincuenta horas después de que se produjo el sismo acudimos. Me asusté cuando vi la escena de un edificio de siete pisos por la mitad", recordó el señor Yoda, integrante del Departamento de Bomberos de Tokio, en una entrevista para Infobae.
En sus 33 años de carrera como rescatista, Yoda se sintió conmovido por la amabilidad de los mexicanos.
"Los pasajeros que subían en el mismo avión nos decían 'arigato'(gracias, en japonés). Cuando acudí a la escena mexicana, la gente rompía los escombros. Lo hacían voluntarios. Silenciosamente lo hacían, aun sin luz continuaban haciéndolo. La gente mexicana tiene espíritu de ayuda. Es cierto que eso nos alentaba".
Fue así, entre la oscuridad, el silencio y el trabajo incansable de los voluntarios, que se produjo una de las escenas más conmovedoras en medio de la tragedia.
Entre las ruinas de un edificio en la alcaldía de Benito Juárez, el equipo japonés encontró el cuerpo de una joven de 19 años. Usando sus propias manos para abrirse paso entre los escombros, crearon un camino para llegar hasta ella.
"Avanzamos usando herramientas. Íbamos destruyendo el cemento. Encontramos el cuerpo de la chica enterrado. La madre estaba cerca. Cuando la rescatamos intentamos no herir el cuerpo. Utilizamos nuestras propias manos para perforar. Queríamos entregar un cuerpo sin heridas. Inmediatamente delante de donde estaba ella, perforamos creando un camino para los que iban a sacar el cuerpo" recordó Yoda.
No solo rescataron el cuerpo, le rindieron un homenaje quitándose los cascos y guardando un minuto de silencio. La escena se hizo famosa en México. Unos hombres que viajaron miles de kilómetros le mostraban todo su respeto a la chica. "El equipo japonés siempre tiene espíritu de expresar respeto a los difuntos. Es una política nuestra".
Una historia feliz
Kazuaki Masuoka, un joven rescatista japonés, pudo llenar de sonrisas los rostros de muchas personas en México. Fue él quien encontró con vida a un perrito en el multifamiliar de Tlalpan.
"Trataba de encontrar personas con vida. Por eso perforaba y cavaba entre los escombros. Buscamos por decenas de horas en un edificio. Hallamos restos de excremento y orina, luego de unas 50 horas en el lugar. Escuchamos después un gemido y, horas más tarde, encontramos al perrito en un espacio muy reducido".
Las imágenes del rescate del pequeño Schnauzer fueron ampliamente difundidas en las redes sociales.
En su primera vez como rescatistas, Kazuaki –quien participa en actividades de rescate en mar en Japón- se llevó una buena impresión de los mexicanos.
"Mi impresión es que la gente mexicana es muy amable. Una cosa impresionante fue que las provisiones que llevábamos eran limitadas. En la escena la gente nos preparó comida".
La misma idea es compartida por Katsuhiko Shino, quien apoyó en labores de traducción y comunicación durante el rescate.
"Fue muy lindo sentir la buena voluntad y solidaridad de la gente. El lugar era triste, pero al mismo tiempo estaba lleno de buenas iniciativas. Recuerdo muy bien que todo el tiempo tuvimos buen recibimiento por todos los mexicanos, desde el avión, cuando llegamos al aeropuerto, cuando estábamos caminando en la calle. Nos agradecían y aplaudían. Creo que ese tipo de intercambio es muy importante para que los pobladores de ambos países mantengan y desarrollen la amistad y la confianza hacia el futuro".
¿Por qué arriesgarse por otros?
"Yo quiero ayudar a los que están sufriendo entre los escombros. Arriesgo mi vida para responder a la necesidad de esas personas que están sufriendo", explicó Yoda.
El joven Kazuaki comparte ese sentir. "Arriesgo mi vida para salvar a esa gente. Son escenarios peligrosos, es cierto, pero hay personas que están sufriendo y es necesario acudir".
Los tres rescatistas lamentan no haber encontrado gente con vida durante su labor con México, pero esperan seguir ayudando siempre que se necesite ante algún desastre natural.
DATOS
El Equipo de Auxilio para Desastres es una especie de "Selección nacional de rescatistas" de Japón.
Lo conforman agentes de la Policía, la Guardia costera y la agencia de Control de Incendios.
Está integrado por unas 70 personas entre rescatistas, líder, sublíder, equipo de comunicación, médico, experto para evaluar construcciones y coordinadores.
Emplean, además, cuatro perros.
El equipo es enviado para labores de apoyo en otros países ante desastres naturales por la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA, por sus siglas en inglés), una vez que el Ministerio de Asuntos Exteriores lo haya ordenado.
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