Este 2018 la Fundéu BBVA eligió a "microplástico" como la palabra del año. La presencia de pequeños fragmentos de plásticos en organismos de animales marinos de consumo humano, sal de mar e incluso agua, son síntomas del uso desproporcionado de plásticos de un solo uso y que representa un grave problema ambiental, aseguran especialistas.
Reducir el consumo de plásticos es una de las medidas urgentes que impulsan organizaciones como Greenpeace. Este 2018 un par de ciudades mexicanas tomaron la inédita medida de prohibir la entrega de bolsas de plástico.
El 1 de agosto entró en vigor el Reglamento de Protección Ambiental y Cambio Climático en la ciudad de Querétaro, Querétaro, que imposibilita la entrega de bolsas de plástico en supermercados, tiendas de conveniencia y otros giros comerciales.
La medida anunciada por el entonces alcalde queretano Marcos Aguilar potencialmente puede eliminar dos millones de bolsas que representa la emisión de 8,500 kg de bióxido de carbono.
Aunque en un principio la medida causó incomodidad entre la población, acostumbrada a recibir en todo tipo de establecimientos bolsas para sus productos, al paso de los meses reconocieron la valía de una medida de vanguardia.
"Es una buena medida, porque se hace mucha basura con las bolsas", externó una compradora que cambió las bolsas de plástico por bolsas ecológicas.
"Confiamos en que la población esté conectada con esta medida reglamentaria y haga uso de bolsas reciclables, es necesario un cambio urgente en materia de cuidado ambiental y nosotros ya dimos el paso", dijo en agosto Aguilar.
El 25 de agosto la fronteriza ciudad de Tijuana, Baja California, se unió a Querétaro y gracias a la adición de un par de artículos a su Reglamento de Protección al Ambiente, también prohibió el uso indiscriminado de bolsas de plástico.
"Hoy Tijuana se ubica como una ciudad que le apuesta al desarrollo sustentable, consciente del valor que significa nuestro medio ambiente, hemos promovido la participación ciudadana en el cuidado y prevención de nuestros recursos naturales", declaró Juan Manuel Gastélum, alcalde de la ciudad.
Tijuana se adhirió en junio de 2017 a la campaña Mares Limpios, del programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, y en consecuencia emitió el decreto que igual que Querétaro, estima erradicar toneladas de plásticos anualmente.
En Querétaro y Tijuana hay multas económicas para los establecimientos o personas que no acaten la resolución que van de los $4,000 a los $300,000 pesos.
La ONU estima que cada año se arrojan al mar 13 millones de toneladas de desperdicios plásticos, que provocan la muerte de más de 100 mil animales marinos. El organismo prevé que de no corregirse la situación, en 2050 habrá más plástico que peces en el océano.
En mayo el Congreso de Veracruz aprobó una iniciativa que busca eliminar gradualmente el consumo de popotes y bolsa de plástico.
La lucha contra el plástico de un solo uso es mundial. Corea del Sur acaba de anunciar la prohibición en todo el país de las bolsas de plástico en los supermercados. La multa para los establecimientos que violen la disposición alcanza los 2,120 euros.
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