A 51 meses de la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, en Iguala en el estado mexicano de Guerrero, los padres de los jóvenes marcharon desde la glorieta de Peralvillo, ubicada en la alcaldía de Cuauhtémoc, hacia la Basílica de Guadalupe, en la Gustavo A. Madero.
Los familiares pidieron a la Virgen de Guadalupe fuerzas para continuar con su búsqueda y durante su marcha gritaron consignas para demandar justicia y sobre todo que sean encontrados con vida: "Vivos se los llevaron, vivos los queremos", reclamaron durante su marcha.
Con pancartas y fotografías de sus hijos recorrieron la Calzada de Guadalupe, que lleva directo al atrio del Recinto Guadalupano.
A su paso culparon al ex presidente de México, Enrique Peña Nieto, de ocultar información y de la desaparición de más de 20 mil personas.
Si bien los padres confían en el decreto presidencial firmado por el actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador para crear la Comisión de la Verdad y la Justicia para este caso, han señalado que será hasta que encuentren algunos resultados viables que podrá tener un poco de paz.
Un día antes, habían realizado una marcha con antorchas que salió del Hemiciclo a Juárez al Antimonumento +43.
Los familiares empezaron a buscar a sus hijos desde que se reportó su desaparición, en septiembre de 2014 y a más de 4 años aseguran que aún no existen pruebas contundentes de que los jóvenes hayan fallecido y/o hayan sido calcinados en el basurero de Cocula, como señaló el gobierno federal en su llamada "verdad histórica".
Caso Ayotzinapa
El 26 de septiembre del 2014 un grupo de estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa secuestraron cinco unidades de la terminal de autobuses para trasladarse a Ciudad de México donde participarían en la marcha del 2 de octubre para recordar la matanza de Tlatelolco, en 1968. Sin embargo fueron interceptados por miembros de la policía local quienes los habrían entregado a un grupo de la delincuencia organizada.
Durante el operativo los policías abrieron fuego en contra de los jóvenes y contra los integrantes del equipo de futbol los Avispones de Chilpancingo, que también viajaban en un autobús.
En su momento, la Procuraduría General de la República (PGR) señaló que el alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa María de los Ángeles Pineda Villa, tenían nexos con el grupo criminal Guerreros Unidos, quienes presuntamente se habían llevado a los normalistas.
La investigación señalaba que los jóvenes planeaban irrumpir en un evento que presidía la pareja ese día, por lo que el alcalde ordenó que fueran detenidos.
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