Enriqueta Vargas, conocida como "La Madrina" de la Santa Muerte, falleció la noche del martes a consecuencia de cáncer que padeció durante años.
"Queta" fue considerada como la líder del culto a la Santa Muerte en México. Tomó el mando del Templo de la Santa Muerte Internacional ubicado en Tultitlán, Estado de México, luego de la muerte de su hijo.
Jonathan Legaria alias "El Pantera" estableció hace una más década el altar más grande del mundo con una figura monumental de la Santa Muerte, que causó controversia con las autoridades locales. En 2008 fue asesinado por un grupo armado.
Bajo la tutela de Enriqueta, el templo extendió su influencia y estrechó lazos con creyentes más allá de las fronteras mexicanas, en los Estados Unidos.
De acuerdo con una estimación del diario El Universal, alrededor de la República Mexicana se cuentan ocho millones de fieles de "La Niña Blanca", como también se le conoce.
Doña Queta hizo el trámite ante la Secretaría de Gobernación (Segob) para que el culto a la Santa Muerte fuera reconocido de manera legal en el país, sin embargo nunca pudo ver cristalizados sus esfuerzos.
En 2005, Segob canceló el registro constituido a la Iglesia Católica Tradicional Mex-USA, Misioneros del Sagrado Corazón y San Felipe de Jesús, que representaba el culto a la Santa Muerte, por desviar su misión de los fines establecidos en sus estatutos.
La falta de reconocimiento legal no evitó que Enriqueta predicara en prisiones y altares de barrios populares.
"Ellos son como mis hijos y yo siento que me ven como su madre", dijo Enriqueta en Entrevista con Eje Central en 2013, cuando relató su labor pastoral.
"Yo respeto a todos, con amor y cariño, no presiono a nadie para que se una al culto", aseguró.
"Tal vez eso le hizo falta a ellos (amor) y lo trato de dárselos, a mí me quieren, me saludan aunque no sean del culto", explicó la lideresa de sus visitas a los reos en México.
El culto a la Santa Muerte se ha extendido alrededor de México. En Tepito en la Ciudad de México y Pedro Escobedo, Querétaro, también hay altares que reciben miles de peregrinos anualmente.
La Santa Muerte no es bien recibida por la Iglesia Católica que reúne a la mayor cantidad de feligreses en México.
Según los creyentes de la polémica figura, ésta intercede por personas en situación de riesgo como policías, convictos e incluso criminales.
Como era su voluntad, "Doña Queta" será velada en el templo de la Santa Muerte en Tultitlán.
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