Tráfico de drogas, robos y hasta vandalismo: los ataques a la seguridad en las aduanas marítimas mexicanas

Una investigación de la Universidad Marítima de Malmo, en Suecia, advierte de 57 "incidentes" en las instalaciones aduanales de los puertos mexicanos sólo durante 2017

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Un grupo armado irrumpió en el puerto de Altamira, Tamaulipas, para recuperar un cargamento de droga. (API Altamira)
Un grupo armado irrumpió en el puerto de Altamira, Tamaulipas, para recuperar un cargamento de droga. (API Altamira)

Un día de 2017, en la aduana del puerto de Altamira, estado de Tamaulipas, irrumpió un grupo de hombres fuertemente armado para recuperar un cargamento de drogas incautado y bajo resguardo en la bodega del lugar.

Este fue uno de los 57 "incidentes de seguridad" reportados en las aduanas de los puertos mexicanos durante ese año, de acuerdo con una investigación de la Universidad Marítima Mundial de Malmo, en Suecia.

Estos episodios incluyeron robos, localización de drogas y armas, ingreso a las instalaciones de personas no autorizadas, fallo en los circuitos cerrados de televisión y daño a los equipos de protección de las instalaciones por vandalismo.

Las operaciones marítimas de México y EEUU son cada vez más intensivas para detener el tráfico de drogas por mar. (Guardia Costera de EEUU)
Las operaciones marítimas de México y EEUU son cada vez más intensivas para detener el tráfico de drogas por mar. (Guardia Costera de EEUU)

También la localización de paquetes sospechosos en las instalaciones aduaneras o sus inmediaciones, vehículos abandonados en la zona, uso inadecuado de pases, fallos en los puntos de control y prácticas comerciales indebidas en la interfaz buque-puerto, entre otros.

Casi la mitad de estos "incidentes" – término técnico que hace referencia a hechos provocados intencionalmente con el fin de provocar un daño– ocurrió en las mismas instalaciones aduaneras, según la investigación que publica el diario Reforma.

Desde 2013, el gobierno mexicano detectó la vulnerabilidad de las aduanas frente al crimen organizado y ordenó el despliegue de militares y marinos para su seguridad. Sin embargo, la estrategia no tuvo los efectos que se esperaban.

Incluso en 2015 un alto funcionario de la aduana de Lázaro Cárdenas, en Michoacán, fue asesinado a las puertas de su casa. Se llamaba Luis Corro Chávez y era el responsable por parte de la Secretaría de Marina en ese puerto comercial.

Ese mismo año, el gobierno mexicano detectó en las aduanas una red de corrupción que involucraba a 22 agentes aduanales.

Aduanas, vulnerables

La investigación de la Universidad Marítima Mundial de Malmo está centrada en ocho puertos: Altamira y Tampico, en Tamaulipas; Tuxpan, Veracruz y Coatzacoalcos, en Veracruz; Dos Bocas, Tabasco; Ciudad del Carmen, Campeche, y Progreso, en Yucatán.

El puerto de Coatzacoalcos, en Veracruz, se ubica en una de las zonas más inseguras de ese estado. (Foto: API Coatzacoalcos)
El puerto de Coatzacoalcos, en Veracruz, se ubica en una de las zonas más inseguras de ese estado. (Foto: API Coatzacoalcos)

Hasta estos se trasladaron los investigadores Adriana Ávila-Zúñiga y Dimitrios Dalaklis, autores del estudio, para entrevistar a mandos responsables, agentes y operadores de las instalaciones portuarias.

Así encontraron que en esos puertos mexicanos hubo 57 "incidentes de seguridad" durante 2017, de los cuales 23 ocurrieron dentro de las instalaciones de las aduanas marítimas o estuvieron asociadas a su operación.

Los investigadores consideraron que la situación es grave porque en estas instalaciones aduaneras no hay un plan de protección ni protocolos de evaluación de riesgos homologados con el ámbito internacional. Tampoco tienen equipos adecuados y su personal no está capacitado para hacer frente a los incidentes.

Esto, no obstante el alto nivel de riesgo por la actividad de organizaciones criminales dedicadas al trasiego de drogas, robo de combustible, piratería y hasta asaltos a plataformas marítimas de Petróleos Mexicanos (Pemex), las cuales operan en territorios de las costas del Pacífico y el Golfo de México.

El puerto de Tampico fue uno de los investigados para el reporte sobre seguridad en aduanas. (Foto: API Tampico)
El puerto de Tampico fue uno de los investigados para el reporte sobre seguridad en aduanas. (Foto: API Tampico)

Capacitación a medias

En los países asociados a la Organización Marítima Internacional (IMO, por sus siglas en inglés) –México, entre ellos– los puertos están obligados a cumplir con el Código Internacional para la Protección de los Buques y las Instalaciones Portuarias (Código PBIP).

Este es un conjunto de medidas para reforzar la seguridad en puertos comerciales, que aplica desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, en Nueva York y Washington.

El PBIP obliga a los Estados miembros a realizar evaluaciones de protección de las instalaciones portuarias (EPIP) y elaborar planes de protección de las instalaciones portuarias (PPIP), sujetos a revisión periódica.

La DEA tiene identificadas las rutas más intensivas de trasiego de droga en los mares americanos.
La DEA tiene identificadas las rutas más intensivas de trasiego de droga en los mares americanos.

El problema es que las aduanas marítimas no están sujetas a este Código Internacional, aun cuando están dentro de las instalaciones del puerto y un incidente de protección ahí podría poner en riesgo al resto de la terminal, anota Ávila-Zúñiga en el documento "Evaluación de la necesidad de implementar instrumentos del código PBIP en Unidades Aduaneras Marítimas".

La investigación encontró además un "alto descontento" entre los directores de las Unidades de Aduanas Marítimas, por la constante rotación de agentes en estas y en las que se ubican aeropuertos y en la frontera.

También una "elevada resistencia" de los directores de las aduanas a permitir a  mandos de la Marina Armada una conexión permanente a los sistemas de circuito cerrado de televisión en tiempo real en los almacenes y otras zonas vulnerables de las instalaciones.

Los investigadores advirtieron que hace falta un circuito cerrado de televisión independiente entre las autoridades aduaneras y las navales para que la autoridad naval tenga acceso a la vigilancia de almacenes aduanales.

También anotaron la carencia de evaluaciones de protección de las instalaciones portuarias (EPIP); es decir, evaluación de riesgos que, aunque no están obligados a cumplir, sí lo requieren para garantizar la seguridad de las mismas, así como de los Planes de Protección de las instalaciones portuarias (PPIP).

Puertos ubicados en los 11.122 kilómetros de litoral mexicano (Foto: Mapa SCT)
Puertos ubicados en los 11.122 kilómetros de litoral mexicano (Foto: Mapa SCT)

La investigación señala la necesidad de contar con una nueva unidad en la Dirección General de Aduanas, que desarrolle planes de seguridad para las instalaciones de la unidades marítimas y lleve a cabo una revisión y acreditación periódica de los planes de seguridad y de evaluación de riesgos.

"Tenemos algún entrenamiento en manejar riesgos de seguridad, pero no de una manera integral; no tenemos protocolos para manejo de explosivos detectados dentro de las instalaciones. Sí tenemos cursos y sabemos, en teoría, qué se tiene que hacer, pero no tenemos expertos que puedan hacer algo para desactivar el objeto",dijo uno de los directores de aduanas entrevistados para la investigación.

En el caso de las drogas agregó: "Tenemos protocolos acerca de cómo debemos actuar y qué acciones debemos hacer, pero son muy generales. No es lo mismo confiscar un kilogramo que una o dos toneladas de coca".

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