Andrés Manuel López Obrador y Luis María Aguilar Morales, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) estuvieron frente a frente luego de la polémica por la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos con la que se busca reducir los salarios de los altos funcionarios de la burocracia.
El presidente de México asistió a la Corte para escuchar el último informe de Aguilar Morales como presidente del órgano judicial, luego que la Corte ordenara no aplicar la ley por considerar que era anticonstitucional, lo que desató una serie de ataques entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Con la ley se buscaba que nadie en la burocracia tuviera un salario mayor al del Ejecutivo. López Obrador acusó a los ministros de ganar 600.000 pesos (29,522.55 USD) al mes, lo que calificó como una injusticia en un país donde existe tanta pobreza.
"El que quiera hacer dinero, que se dedique a otras funciones… un servidor público no puede hacerse millonario. Sólo siendo corrupto", dijo López Obrador. La Asociación de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito acusó una campaña de desprestigio en su contra y anunció que interpondría una serie de amparos en contra de la intención del gobierno, lo que llamó "un conjunto de acciones sistemáticas e intentos legislativos que buscan la injerencia en la vida interna del Poder Judicial de la Federación".
Las diferencias parecían haber llegado a su fin el miércoles cuando diputados y ministros acordaron que será el Poder Judicial el que definirá el monto de salarios y que la reducción sólo aplicará para futuros nuevos integrantes.
Durante su informe, el magistrado presidente de la Corte agradeció la presencia de López Obrador, lo que calificó como una "expresión de la normalidad democrática con la que estamos obligados a conducirnos quienes representamos a las instituciones del Estado de México".
Sin embargo, dentro de su discurso defendió la autonomía del Poder Judicial y aseguró que "nada por la fuerza, toda por la razón y por el derecho", citando a Benito Juárez, conocido como el "Benemérito de las Américas" y uno de los personajes admirados por López Obrador.
"La independencia del Poder Judicial debería ser considerada por todos los ciudadanos como una garantía de verdad, libertad y el respeto de los derechos humanos, esta cualidad es un corolario del principio democrático de la separación de poderes, en virtud del cual los poderes ejecutivo, legislativo y judicial constituyen tres ramas separadas e independientes del Estado", expresó Luis María Aguilar.
"Mi convicción es que si un juez no goza de condiciones de independencia deja de ser juez para convertirse en mandadero de alguien", dijo.
Sentado a la derecha del presidente sentenció: "Nada ni nadie sobre la Constitución" e instó a resolver las controversias protegiendo los derechos de todos y con apego a las leyes.
"El requisito de la independencia e imparcialidad de los jueces no es una prerrogativa ni un privilegio que se les reconozca en su propio beneficio, sino que se justifica por la necesidad de que puedan ejercer su función de guardianes del Estado de Derecho y de los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas", dijo el ministro presidente citando al Consejo de Derechos Humanos de al Asamblea General de las Naciones Unidas.
A su llegada al informe, López Obrador no pudo ingresar por la puerta principal del recinto, debido a que una manifestación en contra de los altos salarios de los ministros bloqueara el ingreso.
Durante el informe, el ministro sufrió un mareo e hizo una pausa para recuperarse, López Obrador se levantó de su lugar para darle la mano y ayudarle, pero al finalizar se retiró para retomar su agenda en lugar de asistir a la comida ofrecida por la Corte.
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