Avanzaron por toda la República Mexicana con la esperanza de cruzar la frontera con los Estados Unidos, pero se toparon con gases lacrimógenos y un Gobierno americano que no los quiso recibir, por lo que integrantes de la caravana de migrantes centroamericanos tuvieron dos opciones: quedarse en México o regresar a sus países.
Quienes no pierden la esperanza saben que deben esperar varios meses para pedir asilo en los EEUU, por lo que ya buscaron empleos en las ciudades fronterizas, algunos con visas temporales para trabajar en México y otros bajo la sombra de la clandestinidad.
Antes de los ataques de las autoridades migratorias con gases lacrimógenos solo se veían unos 100 migrantes al día en una feria del empleo para ayudar a la caravana. Después de los disturbios, la cifra aumentó a 400.
El migrante Omar Bron encontró trabajo de albañil, mientras que el joven Javier Casco lava platos como ayudante de cocina en un restaurante de Rosarito, Baja California, según señaló la cadena Telemundo.
Ángel Lemus aceptó lavar automóviles de 7 de la mañana a 7 de la noche. Por cada vehículo que limpia por dentro y por fuera, recibe 75 centavos de dólar. Si lava 10 en un día, puede ganar un poco más de lo correspondiente al salario mínimo en México, de 5 dólares diarios.
"Así como están las cosas con migración, no está fácil", dijo Lemus a la cadena Telemundo, mientras que otro migrante de nombre Nelson justificó que se haya puesto a trabajar lavando autos:
"Está canijo estar en el albergue, sale mejor no estar atenido a que le estén dando a uno, sino uno ayudarse", dijo el hondureño que ya gana pesos mexicanos para llevar alimento a su familia.
Según la encargada del autolavado, Karen Ávila, abrieron puestos de trabajos para los integrantes de la caravana migrante por humanidad. No se arrepiente, pues "han salido muy buenos trabajadores, muy honrados y educados".
Según datos de la Secretaría de Trabajo local, al menos 70 migrantes han encontrado trabajo en Tijuana, Baja California.
Pero otros prefieren regresar
Autoridades mexicanas cerraron el albergue más cercano a la frontera, pero varios integrantes de la caravana montaron un campamento afuera del lugar. Otros ya desistieron y prefirieron volver a sus países.
Según el Instituto Nacional de Migración, cerca de 4.000 migrantes han dejado México voluntariamente, 2.402 por vía terrestre, y el resto por vía aérea.
"Lo que estoy haciendo aquí es sufrir y mi familia está allá y por eso hemos tomado la decisión de regresar, porque la verdad no es lo que uno piensa en Honduras que es México", dijo Carlos Gómez, migrante hondureño a la cadena Telemundo.
Además de la caravana en la frontera con los EEUU, todavía hay migrantes en varias regiones de México pertenecientes a la segunda y tercera caravana. El Gobierno mexicano reconoció hace unos días que han ingresado al país 9.471 centroamericanos.
En Jalisco se contabilizaron unos 5.173 migrantes en tránsito, de los cuales 1.416 buscan llegar al estado de Sinaloa. En Sonora hay 358, mientras que en Ciudad de México todavía existe un contingente de 1.273 integrantes de la caravana.
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