El albergue que resguardó a más de 6.000 migrantes centroamericanos en Tijuana, ciudad de la frontera con Estados Unidos, tuvo que ser clausurado por razones sanitarias, informaron las autoridades muncipales.
Desde la noche del pasado viernes, la Subdirección General para la Protección contra Riesgos Sanitarios en el estado colocó los sellos de clausura en estas instalaciones del deportivo "Benito Juárez", donde permanecían los migrantes de las caravanas, debido a que "se encontraron malas condiciones sanitarias".
With so many living together in such tight conditions, there is a lot of trash leftover. Health is a huge concern, some local officials estimate 60% suffer from some sort of respiratory infection. #MigrantCaravan #border #mexico #migrants #Tijuana pic.twitter.com/fR5VA6e6uI
— Jeff Paul (@Jeff_Paul) December 2, 2018
La saturación y la insuficiencia de servicios básicos llevaron al lugar a un punto crítico de precariedad que obligó la intervención de las autoridades.
Por eso, desde el pasado jueves el Instituto Nacional de Migración comenzó el traslado de los centroamericanos que estaban en el deportivo hacia el nuevo refugio temporal instalado en un lugar llamado el Barretal.
La vida de la caravana migrante en El Barretal #tijuana @TelemundoNews pic.twitter.com/jryYzqnXvG
— Paco Cuevas Proa (@cuevasnews) December 2, 2018
Allí, el INM asumirá "el control total de este refugio, en cuestión de alimentación, servicios y seguridad", de acuerdo con un comunicado que difundió el municipio de Tijuana.
Frente a estas circunstancias, la primera acción de Andrés Manuel López Obrador como presidente, al comenzar legalmente su gobierno en la primera hora de este sábado, fue a favor de los migrantes que han atravesado México en caravanas, desde el pasado 19 de octubre.
Apenas tomaron posesión de su cargo, los subsecretarios de Gobierno y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Zoé Robledo y Alejandro Encinas, presentaron al gobierno de Baja California un programa intersecretarial de atención a los migrantes que Tijuana esperan pasar a Estados Unidos para solicitar asilo.
El programa tiene como primer punto la revisión de los albergues instalados en ciudades de Baja California como Mexicali y Tijuana para la atención de los migrantes.
Las nuevas autoridades revisarán las condiciones de cada uno para dotarlos de insumos básicos para su buen funcionamiento y para que los integrantes de la caravana migrante tengan un lugar digno donde alojarse.
También propone reforzar las medidas de seguridad de los centroamericanos mediante un operativo coordinado con elementos de protección ciudadana de la Federación, así como de las fuerzas de seguridad del estado de Baja California y del municipio de Tijuana.
A la cabeza del programa estará David León, nuevo coordinador Nacional de Protección Civil; Tonatiuh Guillén, titular del Instituto Nacional de Migración y Andrés Ramírez, de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, en coordinación con las autoridades del estado y los municipios.
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