Afuera de un hotel de Ciudad de México, ubicado sobre una de las avenidas más importantes de la urbe, se reunieron Venezolanos y Nicaraguenses para rechazar la presencia de los dictadores Nicolás Maduro y Daniel Ortega en la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador.
La convocatoria, publicada en redes sociales desde el día anterior, anunció que el punto de encuentro sería el hotel Imperial, localizado sobre Avenida Paseo de la Reforma, ya que ahí se iba hospedar el actual presidente de Nicaragua, quien supuestamente habría reservado 27 habitaciones de lujo, antes de cancelar su visita.
Los primeros en llegar, poco antes de las 8:30 de la mañana, fueron tres ciudadanos nicaraguenses. Entre ellos se encontraba una mujer que pidió que su nombre no fuera publicado por temor a que sea detenida cuando regrese a su país. "Aprovecho esta oportunidad porque si allá me pongo a protestar, me matan".
En sus manos sostenía una manta con las fotos de tres niños. Dos de ellos, los que aparecen con un jersery del Fútbol Club Barcelona, murieron durante un incendio provocado por las autoridades después de que su padre se negó a prestar sus servicios al régimen. En la segunda imagen mostró el rostro de otro pequeño, de tan sólo 15 meses, que murió en los brazos de su padre durante una protesta; el bebé recibió un balazo en la cabeza.
Poco a poco se empezaron a sumar a la protesta más ciudadanos Nicaraguenses, y al cabo de media hora llegaron los representantes del pueblo venezolano en México. Al final se reunieron casi una treintena de opositores de Nicolás Maduro.
Entre la multitud se encontraba Reinaldo Díaz, ex alcalde del municipio El Hatillo, quien actualmente no puede pisar territorio Venezolano. Reinaldo no consintió la orden de que fueran reprimidas las protestas que se oponían al régimen, y por eso tuvo que huir. Esta mañana tomó el megáfono y levantó la voz en nombre del pueblo de Venezuela para anunciar que el dictador Nicolás Maduro había retrasado su vuelo a la capital mexicana.
" Gracias a que empezamos a protestar y a manifestarnos en las redes sociales, Ortega se cagó y no vino. Y ahora Maduro está viendo que en el congreso le están poniendo pancartas, sabiendo que los venezolanos salimos a protestar desde las 6 de la mañana para manifestarnos en las calles. Parece que convenientemente se está retrasando, y no va poder llegar" dijo Reinaldo Díaz.
El ex alcalde Reinaldo Díaz comunicando el mensaje sobre el retraso del vuelo de Nicolás Maduro
En la protesta también se encontraba Oriette Scadedorf Capriles, hija del ex alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, quien actualmente se encuentra exiliado en Madrid. Ledezma fue uno de los tantos presos políticos que fueron privados de su libertad, cuando el 19 de febrero del 2015 lo detuvieron y lo encerraron dos años tras las rejas.
Su hija reside en la capital mexicana y actualmente se dedica a prestar ayuda a todos los refugiados venezolanos que decidieron llegar a tierras aztecas.
En punto de las 10 de la mañana los integrantes de ambos países entonaron sus respectivos himnos nacionales. Después se escucharon algunas consignas como "es muy fuerte lo que estamos viviendo", "debemos difundir la grave crisis que viven nuestros países, porque el resto del mundo no conoce la situación" y ''es indescriptible la sensación de tener que meter 45 años de tu vida en una maleta".
Durante el evento no faltaron las lágrimas ni las discusiones por las diferencias ideológicas. Laura Guevara, cantautora de Venezuela, mencionó que el momento decisivo que la hizo huir del país fue cuando durante una protesta mataron a un chico que estaba manifestándose junto a ella.
"Gracias a dios México nos ha apoyado y no nos han dado la espalda. Sigamos todos apoyando para que la dictadura no se siga propagando, ni en México, ni en ninguna otra parte de América Latina" sentenció Reinaldo Díaz.
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