México rechazó "de manera explícita" una propuesta de Washington para convertirse en "tercer país seguro" para migrantes, pues invalidaría cualquier proceso de solicitud de asilo en Estados Unidos.
"Es algo que Estados Unidos propuso hace algunos meses y fue rechazado de manera explícita por México, porque es una mala idea", afirmó el canciller mexicano, Luis Videgaray, en entrevista con Televisa.
Explicó que declarar a México como "tercer país seguro" lo convertiría en un país destino final de los migrantes y eso "invalidaría cualquier proceso de solicitud de asilo en Estados Unidos, por eso lo hemos rechazado.
Videgaray advirtió que aceptar la propuesta de Estados Unidos "sería una decisión muy grave para los que buscan una vida mejor" en aquel país, pues no por estar en México pierden su capacidad de pedir asilo en Estados Unidos. "Están esperando en México", dijo.
El equipo del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, quien asumirá la Presidencia este sábado, también negó la semana pasada haber abierto algún tipo de negociación en ese sentido con Washington.
Hace unos días, la próxima titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, dijo que el próximo gobierno de México no ha llegado a un acuerdo con la administración de Trump sobre albergar en México a migrantes centroamericanos mientras tramitan una petición de asilo.
"El futuro gobierno no considera en sus planes que México asuma la condición de 'tercer país seguro' para la atención de los migrantes centroamericanos, o de otros países, que se encuentran en territorio de México, o para los que lo hagan en el futuro", informó en un comunicado.
Esto luego de que el diario The Washington Post publicó el sábado pasado que el gobierno entrante había acordado apoyar los planes de Estados Unidos para cambiar su política en la frontera y exigir a los solicitantes de asilo que esperen en México mientras sus casos se procesan en los tribunales estadounidenses.
El cierre de la frontera, "una mala idea"
Alrededor de 9.000 migrantes centroamericanos ingresaron a México desde mediados de octubre en cuatro contingentes, de los que más de 7.000 están ya en la ciudad fronteriza de Tijuana a la espera de que las autoridades estadounidenses permitan su paso para solicitar asilo.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha buscado bloquear el ingreso a su país de los miles de centroamericanos que viajan en caravanas y ha ordenado que los migrantes que entren ilegalmente desde México sean excluidos de los programas de asilo. Esa orden fue suspendida temporalmente por un juez en Estados Unidos.
Videgaray agregó que el cierre de la frontera entre México y Estados Unidos que ha planteado Trump para evitar una entrada masiva de migrantes indocumentados, tendría un efecto "increíblemente negativo" para los dos países.
"Es un escenario poco viable", aseguró. "Donde debemos trabajar los dos países es en encontrar una solución estructural al problema de la migración centroamericana y el cierre es la peor opción".
El canciller aseguró que México es "un país hospitalario", que tiene "los brazos abiertos" hacia los migrantes que quieran permanecer en el país, a quienes les pidió que se regularicen "de manera ordenada y respetando la ley".
Puso como ejemplo el hecho conocido hoy de que casi 700 migrantes, acampados entre Tijuana y Ciudad de México se registraron ante las autoridades migratorias para solicitar empleo formal en México.
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