Uno de los momentos que generan expectación sobre la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México el próximo 1 de diciembre, es la presencia de Nicolás Maduro, quien ya confirmó su asistencia.
López Obrador ha retado a las críticas y justifica su decisión al señalar: "Nosotros vamos a mantener una política de amistad con todos los pueblos y todos los gobiernos del mundo", como dijo en su discurso en la Plaza de la Constitución de Ciudad de México, luego de ganar las elecciones del 2 de julio.
El próximo presidente mexicano ha señalado en sus discursos que desea transformar las relaciones internacionales de México. "En política exterior se volverán a aplicar los principios de no intervención, de autodeterminación de los pueblos y de solución pacífica de las controversias".
José Luis Cruz, asesor político en la campaña del presidente electo, explicó que "uno de los principios de la doctrina Estrada es respetar la soberanía de los demás países y esa es una parte fundamental del discurso de López Obrador".
La Doctrina Estrada, una postura de principios del siglo XX bajo la cual México se rehusaba a juzgar a gobiernos extranjeros y a la que se apega López Obrador, es una política contraria a la de Enrique Peña Nieto, quien se sumó a una iniciativa del gobierno de Trump para presionar a Maduro, luego de considerar ilegítima su reelección.
Juan Pablo Galicia, analista político, dijo a Reporte Índigo: "No pienso que la nueva aplicación de la Doctrina Estrada haga que México le cierre la puerta a otros temas, pero ahí es donde vamos a ver la firma real de nuestra nueva política diplomática".
"Se logrará en particular un cambio con los gobiernos que se identifican con la izquierda latinoamericana, con los gobiernos que incluso han saludado el triunfo del candidato presidencial de Morena", dijo sobre el cambio de relaciones con otros países de América Latina.
Junto a España, sólo el nuevo gobierno de México sería una de las pocas economías tolerantes con Maduro. En un marcado aislamiento, se le ha expulsado del Mercosur (integrado por Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil) y sanciones internacionales por parte de EEUU, Canadá y la Unión Europea. Sólo quedan dos embajadores sudamericanos en Venezuela, el de Bolivia y Guyana.
Benjamín Deyurre, demócrata hispano en Estados Unidos, externó en el Nuevo Herald que "si AMLO adopta una posición benevolente hacia Venezuela con aportes económicos, perjudicaría a toda la región tratando de establecer un viraje a la izquierda. Las ideas socialistoides serían rampantes en el continente y el endeudamiento mexicano sería tal que terminaría por hundir al país. Y esto es una pésima noticia para EEUU porque el desespero de sus habitantes los haría emigrar, tal como ha ocurrido en Venezuela.
"Ojalá que AMLO se percate de la responsabilidad que tiene en sus manos", dijo después de presentar posibles escenarios como la supervivencia del régimen de Maduro con "AMLO como una tabla de salvación".
Pero las versiones sobre los verdaderos motivos de la invitación de López Obrador son muchos, e incluyen teorías como la que señala que México sería el destino de un posible exilio de Maduro.
La decisión de Andrés Manuel López Obrador ha sido criticada por el ex presidente Felipe Calderón, antecesor de Enrique Peña Nieto.
"Por dignidad de México, solidaridad con los venezolanos y empatía con valores democráticos, debe retirársele la invitación al dictador Nicolás Maduro", escribió Calderón en su cuenta de Twitter.
También el ex presidente Vicente Fox criticó a AMLO utilizando un refrán: "Dime con quién andas y te diré quién eres. En México somos hermanos de la Venezuela libre, no amiguitos del dictador que la tiene sometida. Y ni se hable de los otros invitados, #MaduroNo, ni una que otra fichita por ahí".
Pero López Obrador no se retractó y en su casa de transición, en la colonia Roma de Ciudad de México, estableció: "Están en su derecho de disentir, nosotros vamos a mantener una política de amistad con todos los pueblos, con todos los gobiernos del mundo".
Maduro, en peligro al pisar México
Una semana antes de la toma de posesión, Rommel Rafael Gil, magistrado del Tribunal Supremo de Venezuela, entregó a la Fiscalía de México un anexo de la sentencia iniciada contra el presidente Nicolás Maduro, acusado por los delitos de corrupción y legitimación de capitales, para que cuando pise territorio azteca sea detenido.
Rommel Gil explicó que Maduro cometió delitos desde que era Canciller de la República en el periodo de Hugo Chávez. "Se le acusó y se le enjuició por corrupción propia y legitimación de capitales". Así, pidió a las autoridades mexicanas "rendir cuentas al pueblo de Venezuela" y no quedarse con los brazos cruzados.
Felicito al hermano pueblo mexicano y a su presidente electo, @lopezobrador_. Que se abran las anchas alamedas de soberanía y amistad de nuestros pueblos. Con él triunfa la verdad por encima de la mentira y se renueva la esperanza de la Patria Grande.
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) July 2, 2018
Desde que López Obrador ganó la elección presidencial, Maduro se mostró satisfecho de que haya triunfado "la verdad por encima de la mentira" y de que el resultado "renueva la esperanza de la Patria Grande". "Que se abran las anchas alamedas de soberanía y amistad de nuestros pueblos".
De acuerdo con Marcelo Ebrad, el próximo Secretario de Relaciones Exteriores, el cambio de presidente en el país ha llamado la atención como nunca antes, y se espera una asistencia récord de jefes de Estado, entre ellos, Nicolás Maduro Moros, presidente de la República Bolivariana de Venezuela.
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