La mañana de este miércoles, casi de manera simultánea, aparecieron restos humanos en las inmediaciones de al menos tres cárceles ubicadas cerca de la ciudad de Monterrey, en el estado de Nuevo León, al norte de México.
En los tres casos los cadáveres fueron hallados en circunstancias iguales: desmembrados y apilados en recipientes portátiles para hielo, acompañados de cartulinas que tenían escritos mensajes intimidatorios.
El primer descubrimiento ocurrió a unos 100 metos de la entrada del penal Cereso de Cadereyta. Dos hieleras (fraperas) que contenían las partes de una persona fueron abandonadas en un sendero localizado a unos cuantos pasos de la carretera a Cadereyta. A un costado estaba una cartulina blanca con un mensaje escrito.
En el lugar se presentaron elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones y de la Fuerza Civil. Los restos fueron reportados a las 5:00 am y el Servicio Médico Forense los levantó casi a las 9:00 horas.
En una estación del transporte urbano, a 50 metros de la entrada del Centro de Reinserción Social Apodaca, fue encontrado el segundo paquete. La caja estaba sobre la carretera Salinas Victoria, ubicada a una hora y quince minutos de distancia de donde ocurrió el primer suceso, tomando en cuenta si el trayecto es recorrido en automóvil.
La policía de la región y el ejército mexicano fueron los encargados de custodiar las partes desmembradas humanas.
La tercera y última obra de la delincuencia organizada fue descubierta en la zona metropolitana de la Ciudad, a unos 300 metros del "Penal del Topo Chico", sobre la Avenida Aztlán, una vía concurrida.
El recipiente y su respectivo mensaje fueron abandonados durante la madrugada, en el estacionamiento de una construcción que en el futuro será un centro comercial. Al menos una decena de agentes de la Fuerza Civil y policías ministeriales protegieron la escena mientras los automovilistas observaron el envoltorio envuelto con bolsas negras y cinta adhesiva.
Aunque las autoridades no han emitido ningún comunicado al respecto, algunos medios como Reporte Indigo señalaron al Cártel del Noroeste, surgido a raíz de una división interna de los Zetas, como el autor de estos asesinatos.
En los expedientes de la policía existen nexos entre esta organización criminal y los presos de al menos dos de las cárceles en las que fueron abandonados los restos humanos.
Hace dos meses los internos del penal "Topo Chico" subieron a la azotea de la cárcel para realizar una protesta. Según el diario mexicano El Universal, los reos pidieron el traslado de dos reclusos identificados como "El Flaco" y "El 27", quienes amparados por el Cártel del Noroeste presuntamente implementaron un régimen de extorsiones y torturas al interior de la prisión.
Ese mismo día también se manifestaron los convictos del penal de Apodaca. En su caso también reportaron que al interior de la penitenciaría los hombres ligados con el narco les estaban exigiendo cuotas para no atentar contra sus vidas.
Según el portal Reporte Indigo, las cárceles de Nuevo León presentan problemas de sobrepoblación y bajo número de custodios. Motines, muertes y riñas que se han registrado desde hace más de 3 años han dejado claro que el control de estos centros ya no pertenece a las autoridades.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
El informe que revela cómo las cárceles de México funcionan como call centers del crimen organizado
Los homicidios en las cárceles mexicanas aumentaron un 25,6% en 2017