Por primera vez Andrés Manuel López Obrador, quien asumirá la presidencia de México el próximo 1 de diciembre, se plantó frente a las Fuerzas Armadas del país y en un simbólico acto pidió su apoyo para enfrentar la violencia, la inseguridad y la corrupción.
"Vengo a pedirles su apoyo, no a imponer nada. Desde luego que podría ser una orden, pero no vamos a imponer nada", dijo López Obrador
Flanqueado por los secretarios de la Defensa y la Marina Armada y reunido con militares, marinos y sus familias , López Obrador habló ya como jefe supremo de la Fuerzas Armadas –como lo mandata la Constitución– al convocar su respaldo para integrar la próxima Guardia Nacional, su apuesta para pacificar al país, pese a las críticas de amplios sectores.
En el Campo Militar Número 1 les dijo a los integrantes de las Fuerzas Armadas: "Estamos proponiendo cambios en la Constitución para que se forme la Guardia Nacional y no haya más simulaciones. Lo propongo porque le tengo confianza al Ejército y a la Marina, porque el Ejército es el pueblo uniformado".
En este su primer mensaje a los militares desde su triunfo en las elecciones de julio pasado, López Obrador reconoció la lealtad del Ejército a la autoridad civil del país, pues nunca ha dado un golpe de Estado.
"Nuestro Ejército es distinto al de otros países del mundo, es disciplinado, de respeto a la autoridad civil", dijo López Obrador al convocar su respaldo.
"Estoy seguro que voy a contar con el apoyo de ustedes porque sus familiares y ustedes mismos saben que tenemos el problema de la inseguridad y la violencia", dijo.
El próximo presidente dijo que gobierno y Fuerzas Armadas "vamos a caminar juntos para que haya paz". Por eso, agregó, "si aprueba el Congreso la Guardia Nacional pedimos que nos apoyen en la seguridad pública".
Lo que proponemos, dijo, es "ya no andar con simulaciones", porque es muy grave la situación de inseguridad y de violencia. "No hay cómo enfrentarlo si no se reforma la Constitución".
Acompañado de quienes serán los titulares de Defensa y Marina durante su próximo gobierno –el general Luis Cresencio Sandoval y el almirante José Rafael Ojeda– López Obrador agradeció y reconoció al presidente Enrique Peña Nieto por su actitud de respeto a la democracia.
El actual secretario de Marina, Vidal Francisco Soberón Sanz, dijo en su turno que "las Fuerzas Armadas, el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea están con usted; siempre hemos estado del lado del Presidente que ha sido elegido por los mexicanos, somos y seremos una excelente herramienta para usted, para alcanzar sus objetivos".
El almirante le aseguró a López Obrador que la Fuerzas Armadas "somos una gran herramienta, utilícenos, nunca lo vamos a defraudar".
El presidente electo insistió en que se debe continuar poniendo énfasis en el respeto a los derechos humanos y en cumplir los protocolos para el uso de la fuerza, "para darle un giro a las Fuerzas Armadas y que ahora que lo necesita el país, nos ayuden en la tarea de seguridad pública".
Reiteró que apoyará con mejores sueldos "a los de abajo", lo que arrancó aplausos en los 32.000 asistentes.
Explicó que su estrategia de seguridad está conformada en 80% de un plan para "serenar" al país y garantizar la seguridad pública. Y eso "depende de lo que hagamos en desarrollo, crecimiento económico, empleo y bienestar para nuestro pueblo".
El otro 20 por ciento será "para resolver el grave problema de la inseguridad y de la violencia, que tiene que ver con no permitir la corrupción en las fuerzas policiales, en las corporaciones militares, jueces, ministerios públicos; depende también del profesionalismo, perseverancia, que el presidente como comandante supremo de las Fuerzas Armadas no delegue este asunto".
El titular del Sedena, Salvador Cienfuegos Zepeda, precisó que López Obrador pidió tener este encuentro con las Fuerzas Armadas.
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