Miriam Celaya dio testimonio de la comida que le otorgaron en un refugio de México.
Los migrantes centroamericanos que se embarcaron en la búsqueda de asilo en los Estados Unidos y recorren México en una serie de caravanas se han encontrado con muestras de rechazo en varios sectores de la sociedad mexicana.
Las redes sociales han sido caldo de cultivo para la difusión de noticias falsas y mensajes de odio que han incrementado la animadversión en comunidades como Tijuana, donde se han registrado manifestaciones en contra de la presencia de los migrantes, que estuvieron cerca de derivar en una confrontación física.
Uno de los videos más difundidos en Internet y que generaron comentarios contrarios a la Caravana Migrante, fue el de una mujer hondureña entrevistada por una agencia alemana que se quejó de que las autoridades mexicanas le habían entregado frijoles para comer.
Mira lo que están dando: puros frijoles molidos, como si le estuvieran dando de comer a los chanchos. Y ni modo, hay que comernos esa comida porque si no nos morimos de hambre
"La comida está fatal", aseguró la mujer identificada como Miriam Celaya.
La frase en la que señaló que los frijoles son para "chanchos" (cerdos), fue la punta de lanza de la indignación popular, aprovechada por detractores de los migrantes.
"Mira lo que están dando: puros frijoles molidos, como si le estuvieran dando de comer a los chanchos. Y ni modo, hay que comernos esa comida porque si no nos morimos de hambre".
Aquejada por el "bullying" que recibió de parte de mexicanos y sus propios connacionales hondureños, que la acusaron de manchar su imagen ante el país anfitrión, Celaya pidió perdón a México.
Hemos caminado por todo México y hemos recibido mucha ayuda. Tengo todo que agradecerles. Yo he criado a mis hijos con muchos esfuerzos y dándoles frijoles y tortillas
"Yo pido perdón a los mexicanos. Mil disculpas", dijo a BBC Mundo la madre de dos niñas, una de ellas sordomuda.
"Hemos caminado por todo México y hemos recibido mucha ayuda. Tengo todo que agradecerles. Yo he criado a mis hijos con muchos esfuerzos y dándoles frijoles y tortillas", agregó.
Y es que la animadversión en contra de los migrantes se ha disparado desde diferentes frentes. Comunicadores, blogueros e incluso autoridades como el alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, han etiquetado a los migrantes con calificativos como "delincuentes" y "consumidores de sustancias".
El poder de las redes sociales y la información no verificada se sumaron a lo declarado por Celaya, convirtiéndola en un blanco fácil.
"En Honduras no comemos frijoles, si vas a apoyar que sea con algo digno", se leía en una foto que circuló con fuerza en Facebook, aglomerando múltiples comentarios de odio de parte de usuarios.
"Fuera hondureños, aquí no los queremos", "Limosneros y con garrote", "Además de todo exigentes, dale 'like' si quieres que los centroamericanos regresen a su país", fueron algunas de las reacciones que se pueden encontrar fácilmente alrededor de esa imagen.
La foto es falsa, se trata de un montaje de la imagen del activista hondureño Roberto Gómez, asesinado en 2017, quien en una manifestación pública exigía justicia para su hijo encarcelado por su activismo social.
Así, una declaración real, combinada con una ola de noticias falsas, fue suficiente para generar una ola de acoso que parece incontenible.
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