La administración del presidente Donald Trump se prepara para implementar una nueva estrategia que mantenga en territorio mexicano a los migrantes centroamericanos que buscan asilo en Estados Unidos mientras se procesa su petición de asilo. Se trata de un distanciamiento abrupto con la actual política migratoria de la Unión Americana.
Documentos del Departamento de Seguridad Interior, que obtuvo The Washington Post, constatan que el plan denominado "Quédate en México" promueve que los migrantes que no puedan probar un "miedo razonable" de vivir en sus países de procedencia, sean frenados en la frontera del lado mexicano.
Los memos indican que la Casa Blanca romperá con el actual procedimiento de permitir que los migrantes que buscan asilo permanezcan en territorio estadounidense, hasta obtener una audiencia con un juez de migración.
Esta polémica estrategia habría sido consultada con el equipo de transición del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, quien pudo haber aceptado que se lleve a cabo.
"Va a pasar, el gobierno de Trump lo está negociando con el equipo del presidente electo", dijo una fuente del gobierno mexicano a la agencia informativa Apro, bajo la condición del anonimato.
El informante aseguró que el acuerdo habría sido discutido por el secretario de estado norteamericano Mike Pompeo y el futuro Canciller mexicano, Marcelo Ebrad.
"Están por definirse los parámetros del plan, los tiempos (de estancia de los centroamericanos en México), los costos y financiamiento de su deportación en caso de que no se acepte su solicitud en los Estados Unidos y otros aspectos en ese sentido", explicó.
La estrategia diseñada por asesores de ultraderecha de Trump como Stephen Miller, sería aceptada por López Obrador y permitiría a los centroamericanos permanecer en territorio mexicano por meses y hasta años en lo que se desarrolla el proceso.
El plan "Quédate en México" es otra de las embestidas de Trump en contra de la migración y las caravanas. Hace un par de semanas firmó un decreto por el cual restringía las facilidades para que los migrantes pudieran pedir asilo en los Estados Unidos de acuerdo a la legislación vigente. Días más tarde, el juez de distrito en San Francisco, California, John Tigar, bloqueó temporalmente la orden en respuesta a una demanda presentada por organizaciones de defensa de los derechos civiles.
En sentido contrario, el próximo presidente de México se ha manifestado por una política abierta respecto a los migrantes centroamericanos. De hecho ofreció trabajo para sus vecinos latinoamericanos como parte de su propuesta de desarrollo integral de la región.
"Nosotros en México a partir del primero de diciembre vamos a ofrecer empleo a migrantes centroamericanos, ese es un plan de trabajo que tenemos, que el que quiera trabajar en nuestro país va a tener apoyo, va a tener una visa de trabajo", expresó el político tabasqueño a mediados de octubre en Tamaulipas, México, cuando se comenzaban a sentir en México los primeros efectos de la caravana migrante.
A pesar del entusiasmo de López Obrador y su eventual participación en el programa "Quédate en México", hay una serie de voces prominentes que rechazan la estancia prolongada de los migrantes centroamericanos en territorio mexicano.
Juan Manuel Gastélum, alcalde de la ciudad fronteriza de Tijuana, se dijo "preocupado" por la presencia de migrantes en la ciudad, ya que no habría suficiente trabajo para ellos.
En el pasado reciente el estado de Baja California ha "absorbido" nuevas comunidades como la haitiana, debido al fenómeno migratorio y la imposibilidad de las personas de ingresar a los Estados Unidos. Reportes de las autoridades estatales calculan que más de 3.000 haitianos quedaron varados en la frontera y muchos de ellos se han integrado sin problemas a la vida diaria tijuanense.
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