La imagen de una costosa pistola Colt calibre.38 con incrustaciones en diamantes es una de las pruebas que presentó la Fiscalía en contra del capo mexicano Joaquín Guzmán Loera, del Cártel de Sinaloa, en el juicio que se le sigue en la Corte Federal de Brooklyn, en Nueva York.
El arma en color blanco y negro con las iniciales "JGL" habría sido usada por el capo para eliminar a sus enemigos, según declaró Jesús "El Rey" Zambada, ex jefe de plaza del Cártel de Sinaloa, en Ciudad de México, y que ahora es testigo de la Fiscalía.
Durante caso cuatro horas, "El Rey", hermano de Ismael "El Mayo" Zambada, quien sería el actual jefe de la organización criminal habló de la organización, del capo y de presuntos sobornos a políticos mexicanos.
"El Chapo" está acusado de traficar más de 155 toneladas de cocaína a Estados Unidos durante 25 años, por lo cual podría ser condenado a cadena perpetua.
"El Rey" declaró que el Chapo siempre estaba protegido por entre 30 y 40 sicarios armados con una AK-47 y bazucas, además que no dudaba en matar cuando lo consideraba necesario para ampliar su poder o proteger su integridad.
Jesús Zambada, de 57 años, fue arrestado en 2008 en México y posteriormente extraditado a Estados Unidos.
Durante el juicio se han mostrado fotografías de narcos rivales y de otros miembros del Cártel de Sinaloa, así como la imagen del arma, cuyo valor, según publicó la prensa mexicana en 2014, sería de 4 millones de pesos (USD 196.00o).
Zambada es el primero de una presunta lista de capos mexicanos que testificarían en contra de Guzmán Loera, entre ellos, Vicente Zambada Niebla, hijo del "Mayo", Dámaso López "El Licenciado", quien durante un tiempo habría sido su sucesor. Así como toda una serie de aliados y enemigos tanto de México como de Colombia y Estados Unidos.
Inesperadamente, en el juicio también salió a relucir la figura de Jesús Malverde, conocido en México como el santo de los narcos, y que tiene una capilla en la ciudad de Culiacán, en Sinaloa, donde presuntamente existe un retablo en el que el Chapo le agradece su protección.
La figura de Malverde apareció en un cuarto pequeño sobre un armario de metal, previo a la entrada de la sala donde se realiza el juicio.
Se desconoce cómo llegó hasta allí la figura, de unos seis centímetros (unas tres pulgadas aproximadamente) y que fue descubierta por la prensa que cubre el proceso.
Eduardo Balarezo, uno de los abogados defensores de Guzmán Loera aseguró a la agencia de noticias EFE que la figura está ahí desde el inicio del juicio.
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