Ante los casos de extranjeros asesinados en México, en Yucatán nació una red de apoyo que monitorea su paso de turistas en travesía por la región sureste y les ofrece hospedaje y comida gratis.
La red nació a partir de los asesinatos del polaco Krszytoff Chmielewki y el alemán Holger Franz Hagenbush, quienes recorrían el país en bicicleta, como parte de una travesía que tenía como destino Argentina.
El cuerpo de Chmielewki fue hallado en abril y en mayo encontraron Holger Franz Hagenbush en carreteras del estado de Chiapas.
Ahora Maria Garus, una ciclista polaca de 34 años, también está en ruta por el sureste de México. Hace un año y medio salió de Alaska con el propósito de recorrer el continente y concluir su travesía en Argentina, en los próximos dos años.
"Yo tuve mucho miedo cuando inicié mi viaje", dijo Maria Garus, quien tiene el propósito de convertirse en la primera polaca en pedalear sola por todo el continente americano.
"Es un poco difícil cuando la persona no tiene experiencia y nunca han viajado sola, y esta es la primera vez que estoy en otro continente, con un idioma que no hablo", dijo la ciclista a la corresponsal del diario Excélsior.
Ante su temor de atravesar México, recurrió a la red de la que forma parte Raúl Espejo en Yucatán, un hombre de 58 años que apoya las aventuras de turistas extranjeros que recorren México.
Raúl explica que la red de apoyo opera de manera altruista. "No cobramos hospedaje y es muy bonito de que alguien te abra las puertas a cambio de nada más que de la amistad", dijo.
Durante su estancia de 10 meses en México, Maria ha intentado ayudar a la familia de Krzysztof, el ciclista asesinado en Chiapas cuyo cuerpo permanece en ese estado por la falta de recursos de su familia para venir a reclamarlo y llevarlo de vuelta a Polonia.
"Nos gustaría que más rápido se dé la repatriación de este cuerpo para Polonia. Ellos, su familia, no tienen la posibilidad de venir. Ojalá me haga caso el gobierno de México", dijo.
Maria Garus comenzó su viaje con dos amigas. Una se enamoró y se casó en Alaska y la otra decidió regresar a Polonia. Pero ella sigue dispuesta a seguir hasta llegar a Argentina.
En una entrevista publicada en un sitio especializado de travesías ciclistas, Maria relató que en su trayecto por Estados Unidos tuvo que aprender inglés y ahora su propósito es hablar español de manera fluida.
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