En distintas zonas de México celebrar el Día de Muertos es una tradición que atrae a miles de turistas atraídos su misticismo y colorido. Los regalos que se ofrecen a quienes están en el más allá hacen de estas fechas algo único.
Parte de la celebración es el montaje de un altar en el que se coloca una ofrenda compuesta principalmente por comida, bebidas, dulces, veladoras, fotos, figuras de papel y la flor de cempasúchil (típica de esta época.
Por lo general, la celebración del Día de Muertos, se realiza a entre finales de octubre y principios de noviembre. La fecha varía según las costumbres de cada región del país. Por ejemplo, una tradición popular en la República Mexicana es que el día 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, se dedica a los muertos chiquitos, es decir, a los niños; mientras que el día 2, el de los Fieles Difuntos, se consagra a los adultos.
La celebración es importante a nivel mundial. EN 2003, la UNESCO declaró a esta festividad como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
En estas época, cada lugar de México tiene su manera de rendir culto a sus seres queridos ya muertos. Lo que es un común denominador es que estas fechas no son para llorar, sino para celebrar a los que ya no están.
El festival de las calaveras en Aguascalientes
Cada año a finales de octubre y principios de noviembre se realiza el Festival de las Calaveras, en el estado de Aguascalientes el cual le rinde homenaje a unos de los artistas plásticos más reconocidos del estado, José Guadalupe Posada. El grabador y dibujante creó la famosa "Calavera Garbancera", posteriormente renombrada como "La Catrina", por Diego Rivera.
En el festival hay recorridos por el centro de la capital de Aguascalientes, del mismo nombre, y diversos panteones locales, exhibición de altares, exposición de pinturas, grabados y fotografías, conciertos y presentaciones de danza, entre otros.
Un momento central del evento es el Desfile de Calaveras, cuya temática cambia año tras año y en donde personas y coches alegóricos recorren la Avenida Madero en el centro histórico de Aguascalientes.
La isla de los cantos indígenas
Una de las comunidades con una tradición muy arraigada del Día de Muertos es la Isla de Janitzio en el Lago de Pátzcuaro, ubicado en el estado de Michoacán.
En la noche del 1 de noviembre, al sonido de las campanas, la gente se dirige en procesión hacia el cementerio de Tzirumútaro para llevar las ofrendas a las tumbas de sus seres queridos.
Un espectáculo especial es el que se observa desde el lago, cuando el cementerio se ilumina con velas y antorchas mientras se escuchan cantos en purépecha (etnia local) pidiendo por el descanso de los muertos y la felicidad de los que se quedan en tierra. O bien, admirar a los pescadores con sus redes de mariposa y canoas (balsa tradicional) iluminadas con veladoras.
Para los indígenas de la isla, la participación en este ritual es un deber sagrado para con sus difuntos.
El misticismo de la luz de las velas
En el pueblo de San Andrés Mixquic, al sur de Ciudad de México, miles de personas asisten al cementerio de San Andrés para decorar las tumbas de sus difuntos o llevarles música de mariachi.
En Mixquic, que significa "lugar de quien cuida el agua", también se organiza un singular cortejo fúnebre escenificado en donde los personajes que lo acompañan le hacen bromas y comentarios burlones a los presentes.
El 2 de noviembre se realiza la "Alumbrada", un espectáculo impresionante en donde se apagan las luces del lugar y solo se queda la iluminación de velas y veladoras de las tumbas.
Al sur del país
Desde finales del mes de octubre, comienza la celebración de los Muertos en el estado de Oaxaca. La gente va a los mercados para comprar los productos típicos de la gastronomía oaxaqueña como el mole negro, dulces, calabazas en conserva, chocolate caliente y pan de muerto (que solo se consume en estas fechas).
El 1 de noviembre se acostumbra regalar a parientes y amigos una dotación de los alimentos o bebidas para la la ofrenda en el llamado día de "llevar los muertos". Esta entrega usualmente se hace casa por casa.
El Panteón General de Oaxaca, se adorna con más de 2.000 veladoras y en la ciudad se organiza un concurso de Altares de Muertos, que son instalados en las casas o en los cementerios.
En la capital mexicana
En Xochimilco, cada Día de Muertos, se acostumbra organizar varios eventos como paseos nocturnos que te llevan a la Isla de Las Muñecas, un lugar donde estos juguetes cobran vida en las noches, según la historia. Otra actividad popular es la representación teatral de la leyenda mexicana de "La Llorona", una mujer que por las noches se lamenta por sus hijos.
También se recorre el canal mientras te explican la historia de la zona así como leyendas típicas, además de poder visitar las ofrendas locales. A lo largo del trayecto se puede degustar pan de muerto, café y otros platillos típicos.
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