El fiscal de la capital mexicana, Edmundo Garrido Osorio, terminó con las especulaciones sobre el ataque a la casa del cardenal Norberto Rivera Carrera el 21 de octubre. Aseguró que se trató de un intento de robo y no de un secuestro como se había señalado hace unos días.
En el ataque a la casa de Rivera Carrera murió uno de sus guardaespaldas luego de un enfrentamiento con los presuntos asaltantes. Uno de los tres hombres se hizo pasar por mensajero, consiguiendo que el guardia le abriera la puerta, momento en el que sus cómplices aprovecharon para entrar al lugar.
En conferencia de prensa, Garrido Osorio señaló que estas declaraciones las obtuvieron luego que uno de los asaltantes resultara herido y fuera detenido en un hospital del vecino Estado de México (Edomex).
El detenido, de nombre Pável Sánchez, declaró ante el Ministerio Público que él y sus acompañantes sabían que la casa era la del arzobispo emérito de México. Confirmó que se trató de un intento de robo.
"Refiere de manera puntual que era un robo, que iban por el robo a casa habitación, que si sabían que era la casa del cardenal y a lo que hace referencia en su testimonio, es que el ataque fue porque la persona que cuidaba la casa los recibió a disparos, es lo que refiere él que contuvo la agresión", aseguró el funcionario capitalino.
El testimonio del atacante fue tomado en el hospital de Lomas Verdes, donde se recupera de las heridas que recibió.
Después del ataque a la casa del cardenal falleció el policía privado José Javier Hernández Nava, quien resultó herido por tiros en el pecho.
El ataque fue grabado desde distintos ángulos tanto por cámaras de seguridad de la ciudad como por las que se encuentran al interior de la casa del cardenal. En las imágenes se puede apreciar el momento en el que el escolta recibe los disparos de los atacantes, dos de los cuales aún continúan prófugos.
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