Mexicanos acusados de narcotráfico en Malasia se salvaron de la horca: a cambio, cumplirán otro castigo

El sultán de Johor conmutó la pena de muerte a los tres mexicanos detenidos en 2008 y sentenciados a la pena de muerte en 2012

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Los tres hermanos se dedicaban a la limpieza en una fábrica en la frontera con Singapur
Los tres hermanos se dedicaban a la limpieza en una fábrica en la frontera con Singapur

Los tres hermanos José Regino, Luis Alfonso y Simón González Villarreal, originarios del estado de Sinaloa en México se salvaron de morir en la horca, luego de una década de haber sido detenidos en Malasia, donde fueron acusados de posesión, producción y tráfico de drogas.

El sultán de Johor, Ibrahim Iskandar, decidió conmutar la pena de muerte por 30 años de cárcel, informó la cadena Televisa.

Los mexicanos fueron detenidos en 2008 y sentenciados a la horca en 2012, decisión que fue apelada por el gobierno mexicano y por los abogados defensores. En 2015, la corte federal de Malasia desechó las apelaciones y ratificó la pena de muerte, por lo que su única esperanza era el perdón del sultán.

Los hermanos González Villareal fueron detenidos el 4 de marzo del 2008 durante una redada en una fábrica de la ciudad de Johor Bahru, en la frontera con Singapur, donde trabajaban en el área de limpieza.

Las autoridades del país asiático buscaban empleados ilegales. Los acusaron de narcotráfico luego que encontraran 29 kilos de metanfetaminas cerca de su espacio de trabajo.

Siempre aseguraron que ellos sólo se dedicaban a la limpieza y que no sabían que en la fábrica se producían drogas.

En su natal Culiacán dejaron a sus esposas y a sus hijos a cambio de los USD 903 que les pagarían por mes a cada uno
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En Culiacán, según señalaron en sus declaraciones, se dedicaban a la producción de ladrillo, pero ante los pocos ingresos que obtenían, decidieron aceptar en trabajo que les ofrecían en Malasia donde les pagarían el equivalente a 17.000 pesos mexicanos (USD 903.6).

Declaraciones hechas por su madre, Carmen Villarreal, en 2017 al diario El Debate, de Sinaloa, señalaban que durante este tiempo de encierro los hermanos se acercaron a conocer la Biblia, cambiaran su estilo de vida por uno más tranquilo y cercano a la Iglesia.

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