El suicidio entre los jóvenes de 15 a 29 años aumentó en los últimos años en México hasta colocarse como la segunda causa de muerte en el país norteamericano, superada únicamente por los accidentes, indicó un especialista.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en México, en 2016, se detectaron más de 6.285 suicidios lo que representa 5,2 muertes por cada 100.000 habitantes y un año antes se registraron 2.599 suicidios entre personas de 15 a 29 años para apuntarse como la segunda causa de muerte entre adolescentes de 15 a 19 años.
Los principales métodos de suicidio fueron ahorcamiento (79,3%), disparo de armas de fuego (8,9%) y envenenamiento (3,8%).
"El suicidio se convirtió en la segunda causa de muerte entre el grupo de 15 a 29 años, únicamente superado por los accidentes", señaló el coordinador del departamento de psiquiatría y salud mental de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Javier Mendoza Velásquez.
El especialista calificó la situación de "muy grave porque los adultos jóvenes naturalmente no mueren, lo hacen usualmente en situaciones traumáticas" y por la tanto ese grupo poblacional es el más susceptible.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada 40 segundos una persona se quita la vida y se estima que casi 3.000 personas ponen fin a su vida diariamente y al menos 20 intentan suicidarse y uno logra su objetivo.
En el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, este 10 de septiembre, el investigador apuntó que el incremento de suicidios se ha dado a nivel mundial y en buena medida se debe a la "vulnerabilidad de la adolescencia, cuando los jóvenes están en formación de su identidad".
Remarcó que los jóvenes siempre han sido un grupo susceptible.
"A través de las redes sociales los jóvenes están en contacto con información, hay cadenas de búsqueda y grupos que hablan de suicidio y eso los pone en riesgo", dijo el especialista.
Pero a pesar del panorama, el especialista señaló que "lo más importante es que todos los suicidios se puede prevenir si se identifican de la manera correcta".
Por ello, destacó la importancia de la familia de "estar atentos, si su hijo, familiar o amigo empieza a hablar muerte y desesperanza, tristeza, si hay cambios en la conducta muy marcados, si deja de hacer una actividades, si hay irritabilidad", ya que pueden ser signos de alerta.
Mendoza Velásquez recalcó que no se deben minimizar los problemas que manifiestan los adolescentes, "siempre tiene que ser tomado en cuenta porque es muy probable que ya tenga el contexto de la muerte y pueda experimentarlo".
Con información de EFE
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