Alberto Baillères González, el dueño el yate Reina IV maya, donde apareció muerta la modelo australiana Sinead McNamara, es considerado el tercer hombre más rico de México gracias a su fortuna valuada en USD 10.700 millones, según el último ranking de la revista Forbes, publicado este año. A nivel mundial se ubica en la posición 143.
Es dueño de una de las mineras más grandes del mundo y presidente de Grupo Bal, uno de los conglomerados empresariales más importantes del país, que tiene entre su cartera de negocios petróleo, minería, metalurgia, sector agropecuarios, almacenes exclusivos, aseguradoras y finanzas.
Peñoles, parte del corporativo, es dueña de Fresnillo, una de las minas de plata más importantes del mundo; la aseguradora GNP es la más grande y antigua de México, mientras que los almacenes Palacio de Hierro, frecuentemente comparados con el Corte Inglés, son considerados de los más exclusivos, gracias a que tiene a la venta ropa y accesorios de marcas exclusivas.
También está involucrado en el mundo de la tauromaquia. En 2015, formó parte de la plataforma Fusión Internacional por la Tauromaquia (FIT), para gestionar plazas en Francia, México y España.
El nombre de Baillères ha dado la vuelta al mundo en las últimas horas luego de que este fin de semana se publicara la noticia sobre el hallazgo del cuerpo de la modelo en Grecia en el yate de su propiedad, el que abandonó dos días antes de la muerte de la joven que se había convertido en influencer en Instagram y que había estado trabajando en la tripulación de la embarcación durante cuatro meses.
"Amante de las sombras"
Considerado uno de los pilares del sector empresarial en México, una de las actitudes que lo caracterizan es la discreción y el bajo perfil. En 2015, el diario español ABC publicó una semblanza en la que destacaba que sus amigos lo consideraban "una persona sencilla, afable, a la que no le gusta alardear de su posición y cuyos placeres conocidos, además de los toros, son el arte, la caza y la navegación". Por eso es dueño de un yate valuado en USD 9,6 millones y a menudo es comentado en publicaciones especializadas en este tema.
"Patriarcal y proteccionista, está dispuesto a pagar la formación completa de sus empleados predilectos, pero requiere, a cambio, gente entregada en cuerpo y alma, para bien y para mal, a sus proyectos", destacó el diario español.
Su biógrafo más importante, Héctor R. Olea, lo describe como un hombre que se distinguió de su generación por la solidez de sus argumentos y la valentía con que los defendía.
Su biógrafa no autorizada, la periodista Blanche Petrich, lo describe como un "amante de las sombras", ante esa insistencia en guardar un bajo perfil.
En 2015, la organización Proyecto PODER, que se dedica al análisis de las empresas privadas y sus prácticas, publicó un estudio que lo puso en medio de los reflectores al señalar que Grupo Bal había crecido 10 veces su valor en cinco décadas gracias a favores del Gobierno, principalmente por las concesiones que recibió entre los años 2000 y 2012 por parte de presidentes surgidos del derechista Partido Acción Nacional (PAN), Vicente Fox y Felipe Calderón.
"Alberto Baillères posee información privilegiada sobre el mercado de los hidrocarburos en México", señala la investigación de PODER, llamada "Herencia, oligopolio y silencio: emprendimiento de Baillères recibe Belisario Domínguez".
También acusa a su grupo empresarial de haberse apropiado de miles de hectáreas ejidales y de derramar químicos contaminantes de sus minas, como cianuro y sulfato de cobre, en ríos y lagos.
Durante el pasado proceso electoral se vio envuelto en un nuevo escándalo, luego de que se descubriera que integrantes de su grupo empresarial, incluído él, habían donado 5 millones de pesos (USD 126.167) a la campaña presidencial de Margarita Zavala, esposa de Calderón.
El deber familiar ante todo
Nació la ciudad de México, pero procede de una acomodada familia del estado de Guanajuato, que ya poseía haciendas de ganado desde principios del siglo XIX.
Graduado en Economía del exclusivo Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), el hombre, ahora de 87 años, no tenía planeado dedicarse a los negocios, sino a la academia, pero la muerte de su padre, en 1967, lo obligó a tomar las riendas del negocio familiar.
Otro de sus sellos característicos es su fe católica.
Hasta este lunes, Grupo Bal no había emitido comunicado alguno sobre la muerte de la modelo australiana.
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