En una importante zona natural protegida del estado de Veracruz, un grupo de gente organizó una fiesta privada que dejó como saldo "daños irreversibles" en el hábitat de las tortugas Lora, especies consideradas en peligro de extinción.
Hasta ahora nadie ha señalado a algún responsable de otorgar el permiso para organizar una fiesta que ocupó un perímetro de 666,5 metros cuadrados de playa de la isla Salmedina, ubicada en el Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano.
Gaspar Monteagudo, presidente de la organización BocaVerMe, aseguró que las únicas instancias que pudieron otorgar un permiso de ingreso para la fiesta con música y juegos pirotécnicos es la Armada de México y el Sistema Parque Arrecifal Veracruzano.
El caso todavía no llega a la Procuraduría General de la República (PGR), pero las autoridades ambientales ya investigan en Veracruz a empresas privadas que organizan este tipo de eventos, con yate incluido, desde 20.000 pesos (unos 1.000 dólares, aproximadamente) y aún en temporada de desove de las tortugas.
Por lo pronto, el daño ambiental en la playa y zona de arrecifes está hecho, pues los organizadores de la fiesta colocaron carpas y bocinas sobre un nido de tortugas, rompieron huevos y arrojaron a las recién nacidas al mar ocasionando su muerte segura, pues no están listas para la superviviencia.
También hubo daños a los arrecifes porque atracaron sus yates a poca profundidad, en esa zona donde está prohibido el turismo de alto impacto para proteger este vulnerable ecosistema y a las especies que allí habitan.
Las autoridades pudieron conocer el hecho porque los asistentes subieron fotografías y videos a sus redes sociales que detectaron organizaciones ambientales como Fundación Chalchi y Sea Shepherd México.
Estas denunciaron que la fiesta tuvo como motivo la celebración de los 52 años de un arquitecto de nombre Ramón Pérez Morales, muy conocido en Veracruz, quien cerró sus cuentas en redes sociales, luego del escándalo que comenzó en la prensa local de Veracruz.
Olga Díaz de Ordaz Terrones, presidenta de la Fundación Chalchi, relató que la tarde del sábado recibió por WhatsApp fotografías y videos de una carpa con decenas de personas, música a alto volumen y manipulación de tortugas.
"En esas imágenes se aprecia a un grupo de personas que afectan un área de anidación de tortugas. Usaron la isla como si fuera un salón de fiestas o un casino", señaló Olga Díaz.
Héctor Torres de la Parra, director de la organización Sea Shepherd México, dijo que su equipo jurídico ya analiza los videos donde se observa a una persona manipular una tortuga y las fotografías donde se ve el pie de un individuo al lado de tortugas recién nacidas, lo que podría derivar en una denuncia ante la PGR.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) ya enviaron especialistas que visitaron la zona para registrar los daños.
En el lugar hallaron restos de material pirotécnico, botellas, popotes, colillas de cigarro y cubiertos de plástico.
También encontraron huevos de tortuga aplastados y reventados para extraer a las crías y temen que otras especies sufrieran daños, como las tortugas golfina, verde y prieta.
Durante el recorrido, las autoridades además sorprendieron a personas que navegaban en botes y yates particulares, sin permiso para recorrer la zona.
Frente a estas irregularidades, las organizaciones ambientales solicitaron el cierre de la isla y castigo a los funcionarios implicados. A su demanda se sumaron el ex regidor de Veracruz, José González, y el actual regidor de Boca del Río, Carlos Butrón.
Los servidores públicos solicitaron sancionar a los delegados de la Profepa por omisión de responsabilidades, así como a autoridades del Parque Arrecifal y de la Marina Armada de México, encargados de resguardar la zona.
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