El excesivo arribo de sargazo registrado los últimos meses en playas del Caribe mexicano ha pasado de la crisis que apuntaba a un desastre ecológico a la oportunidad que representa su potencial aprovechamiento.
Aunque en 2015 la región, con alto atractivo turístico por sus aguas azul turquesa, registró un arribo "atípico" de esta macroalga este año las autoridades y los turistas han visto cómo el fenómeno natural "poco previsible" se está repitiendo.
La Secretaría del Medio Ambiente (SEMA) del estado de Quintana Roo confirmó que desde el 19 de junio y hasta el 21 de agosto se habían recolectado de las playas del caribe un total de 134.592 metros cúbicos de sargazo.
Ante estos volúmenes -y siguiendo la sentencia de que las crisis representan oportunidades-, algunos investigadores han hecho públicas varias propuestas para darle un buen uso al sargazo.
La investigadora Candelaria Isabel Pérez Martín, del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), señaló que el sargazo tiene "un gran potencial para ser utilizado como sustrato en cultivos hidropónicos y como abono para plantas".
Dichas posibilidades fueron exploradas por la científica en su trabajo de tesis y residencia profesional, donde evaluó materiales orgánicos regionales con el fin de potencializar su uso en el cultivo de plantas.
"Se estudió el tsitsilché (flor de la región), la fibra de coco, el bagazo de henequén, el sargazo y el rendimiento del sargazo es similar e incluso superior a la fibra de coco, ampliamente utilizada para cultivar plantas, por lo que sus aplicaciones como sustrato podría orientarse a cultivos hidropónicos, macetas o como abono, combinado con otros materiales", apuntó.
A inicios de agosto, un grupo de jóvenes del estado mexicano de Yucatán donde el arribo del sargazo es constante, apuntaron que se puede usar para elaborar alimento para la ganadería y abono para la agricultura, así como cremas, protector solar, tratamientos capilares y otros cosméticos.
La bióloga marina Guadalupe Catzín junto con sus colegas Mauricio Gómez y Regina Rodríguez y el ingeniero industrial Bernardino Catzín crearon la compañía Salgax, la cual utiliza la biotecnología marina aplicada para crear productos 100 % naturales.
Aunque solo hace unos meses que formaron la empresa, llevan cuatro años trabajando y elaborando pruebas con el sargazo "para crear productos y al mismo tiempo tratar de resolver el problema ecológico para ayudar al planeta", dijo Gómez.
Otras investigaciones han señalado que el sargazo contienen una buena cantidad de ácido algínico, un coloide con el que se le da textura a productos como la crema chantilli o la crema batida.
El secretario de Ecología y Medio Ambiente (SEMA) de Quintana Roo, Alfredo Arellano Guillermo, dijo que las autoridades están "fomentando que tenga un uso" y que ya existen empresas que están interesadas en el producto.
En estos casos es mejor "el sargazo sin arena que viene desde el mar porque tiene más tiempo de vida que el que se descompone en la playa y tarda más tiempo en ser removido", comentó el funcionario.
El secretario federal de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Rafael Pacchiano, subrayó recientemente la desventaja de no saber con anticipación la cantidad de sargazo que llegará a las playas porque de saberlo, "sería más fácil que las empresas aceptarán hacer una inversión importante".
Esta macroalga llega al Caribe desde dos fuentes principales: el Mar de Sargazo, en el Triángulo de las Bermudas y una nueva zona, al norte del ecuador terrestre, donde se acumulan frente a la costa de Brasil para adentrarse en el Caribe.
El sargazo en las playas es indicador de contaminación y aumento del daño causado por la actividad humana en mares y costas caribeñas, en donde hay asentamientos irregulares e inadecuado tratamiento de aguas negras y grises.
Con información de EFE
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