El jefe negociador de México para la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) afirmó el domingo estar al borde de cerrar un acuerdo con Estados Unidos que permita concretar un nuevo pacto junto con el tercer socio, Canadá.
Negociadores de ambos países se reunieron el fin de semana en Washington con miras a finalizar un trato bilateral, que según dijo el sábado el presidente estadounidense, Donald Trump, "podría alcanzarse pronto".
Al culminar el encuentro este domingo, el representante estadounidense de comercio Robert Lighthizer -que estaba acompañado del yerno y asesor del presidente Jared Kushner- dijo brevemente que aún no había acuerdo.
"¿Alcanzaron un acuerdo?", preguntaron los periodistas a la salida de la reunión. "No, no, no", se limitó a responder Lighthizer.
Al llegar a la reunión, el secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, había asegurado: "Diría que prácticamente estamos en las últimas horas de esta negociación", aunque tres horas después matizó que "aún no podemos cantar victoria".
"Estaremos lo que sea necesario", añadió, recordando que se necesita "mínimo una semana para trabajar también con Canadá" para finalizar el acuerdo.
Los negociadores trabajan a contrarreloj para alcanzar un nuevo TLCAN para finales de agosto. La fecha límite se debe a que quieren firmarlo antes de que el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, entregue el cargo al mandatario electo, Andrés Manuel López Obrador, el 1 de diciembre, y para esto, el Congreso estadounidense debe ser informado del pacto 90 días antes.
Jesús Seade, delegado de López Obrador en las negociaciones del TLCAN, también dio un mensaje alentador al entrar en las reuniones este domingo. "Ya estamos llegando a las últimas", declaró.
Estados Unidos, México y Canadá iniciaron en agosto de 2017 conversaciones para modernizar el TLCAN, vigente desde 1994, a instancias de Trump, que lo considera "un desastre" para su país y amenazó incluso con abandonarlo o entablar acuerdos separados con los dos socios.
Canadá se dijo estos días listo a sumarse a la mesa cuando sea convocado.
La delegación de México, que también integra su canciller, Luis Videgaray, ha estado yendo y viniendo en las últimas cinco semanas a Washington para tratar de solucionar asuntos con sus pares estadounidenses, luego de que las negociaciones entre los tres socios se estancaron en mayo, en parte por las elecciones presidenciales mexicanas.
"Dos, tres" temas
Guajardo dijo que "dos o tres" temas quedan pendientes para cerrar un acuerdo de principios con Estados Unidos, sin dar mayores detalles.
"Todo aterrizará cuando las soluciones finales estén", afirmó.
Uno de los grandes escollos en las conversaciones bilaterales ha sido el tema de las reglas de origen de la industria automotriz, que Estados Unidos pretende endurecer, quitándole a México las ventajas obtenidas por los bajos salarios y el comercio libre de aranceles.
Según reportes de prensa, el nuevo pacto aumentará el requisito de contenido regional en vehículos producidos en América del Norte, pasando del actual 62,5% al entorno del 70%. Además, se exigirá que 40% del valor provenga de zonas con salarios de unos 16 dólares la hora. Los vehículos ensamblados en plantas existentes que no cumplan con esto pagarán aranceles de 2,5%.
Seade eludió confirmar en la víspera estas informaciones pero dijo que el tema automotor está "basicamente resuelto", aunque "hay algunos aspectos de plazos y cosas que todavía están sin resolver".
Otro punto espinoso es la propuesta de Estados Unidos de que haya ventanas de estacionalidad en el comercio de productos agrícolas, algo que México ha considerado inaceptable. Guajardo afirmó el domingo que ese asunto "sigue siendo parte del paquete de soluciones".
Un tercer motivo de escozor tiene que ver con la alegada intención de Washington de incluir un nuevo capítulo sobre energía en el modernizado TLCAN, para rechazo de López Obrador, que prevé reformas en ese sector muy sensible para los inversionistas.
Seade dijo el domingo que "el tema grande energético" está "planchado" (preacordado).
"Es lo que estamos avanzando", señaló, tras asegurar el sábado que ya se había alcanzado "algo satisfactorio" aunque sujeto todavía a chequeos técnicos.
Guajardo se negó a hacer comentarios al respecto.
(Con información de AFP)