El gobierno de la Ciudad de México giró esta semana una circular en la que prohíbe a todas las secretarías y dependencias locales contratar o utilizar a mujeres como edecanes o promotoras para actos protocolarios.
El motivo: la función de edecán estereotipa a las mujeres, degrada su imagen y contraviene las políticas de igualdad de género, de acuerdo con las autoridades de la capital del país.
Hasta ahora, en todo acto público oficial había mujeres que cumplían funciones de "anfitrionas": acompañaban a los invitados a sus asientos, les ofrecían de beber y estaban atentas a las necesidades de los participantes. Todo, vestidas de manera impecable y paradas horas sobre tacones.
Es común verlas no sólo en actos oficiales públicos. También recurren a ellas en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, donde pasean entre las curules, atentas a las peticiones de los diputados: si quieren agua, café, algo de comer.
Eso se acabó, al menos en el gobierno local. Según el jefe de gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva, las empleadas de gobierno que cumplían esas funciones serán reasignadas a otras áreas de la administración local para que realicen otras labores y desarrollen sus capacidades profesionales.
De acuerdo con el oficio, la prioridad es impulsar el crecimiento profesional de todas las mujeres basado en su competencia y aptitud real, por lo que se vigilará que todas las personas que laboren al interior del gobierno capitalino, cumplan con sus funciones de acuerdo con su experiencia y habilidades.
La iniciativa también busca que en las funciones no influyan criterios de sexo, apariencia física, edad u origen.
"La mujer tiene una potencialidad igual o superior a la del hombre. Tenemos que generar este tipo de mensajes", dijo al clausurar el seminario "Hacia la Construcción del Programa de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes de la CDMX".
El funcionario consideró que la labor de edecán contraviene las políticas de igualdad de género, estereotipa a las mujeres y las encasilla en un rol muy distinto al que deben tener en la sociedad.
La circular oficial, que desde este lunes llegó a todas las oficinas de la administración pública local, también ordena que en todos los actos públicos en los que participe el jefe de Gobierno la mitad del presídium esté integrado por mujeres.
"Es un tema de inclusión y lo mismo sucederá en el uso de la palabra", dijo Amieva.
La circular instruye que la Contraloría General, la Oficialía Mayor y la Subsecretaría de Administración y Capital Humano de la Secretaría de Finanzas serán las responsables de supervisar la medida y su aplicación.
En caso de inobservancia, advierte, los servidores públicos serán acreedores a sanciones.
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