Autoridades de México y Estados Unidos ya tienen identificada a la nueva dinastía del narcotráfico, pero a diferencia de sus padres, a quienes se los responsabiliza del baño de sangre que ha tenido al país desde hace más de 10 años, ellos son menos violentos, porque sus estudios universitarios les dieron otro enfoque sobre cómo se debe manejar el negocio.
La mayoría está relacionado con las operaciones de blanqueo de dinero, principalmente las mujeres, ya que estudiaron negocios internacionales, marketing o administración de empresas.
Algunos ya están registrados por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos como presuntos líderes de organizaciones criminales con los que está prohibido hacer negocios.
Según el semanario mexicano Zeta, en la lista se identifica a los hijos de al menos ocho de los grandes capos del país.
Entre la nueva dinastía están los hijos de Rafael Caro Quintero, prófugo desde 2013 y que ahora se lo acusa de ser líder de una nueva organización que lleva sus apellidos.
Rafael, Roxana Elizabeth, Henoch Emilio y Mario Yibrán de apellidos Caro Elenes están registrados desde hace cinco años por el gobierno de los EEUU como parte de un grupo de personas que le sirven a la organización para blanquear activos a través de estaciones de gasolina, productos de higiene personal y belleza, zapatos, haciendas y spas.
"Defensores y amigos que los Caro Elenes aseguran que siempre se han manifestado ajenos a las actividades ilícitas que se imputaron a su padre y también tuvieron que luchar en instituciones educativas como la Universidad Autónoma de Guadalajara o el TEC de Monterrey, contra el estigma de ser hijos de un capo", señala Zeta.
Los hijos de Juan José Esparragoza El Azul, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa, al que algunos dan por muerto, también lograron colocarse en el negocio.
Desde 2012, el Ggobierno estadounidense fichó a Brenda Guadalupe, Cristian Iván, Juan Ignacio y Nora Patricia, todos de apellidos Esparragoza Gastelum. Los señaló, junto con su madre, como dueños y socios de las empresas de bienes raíces Grupo Cinjab, S.A. de C.V., y de Grupo Inpergoza, S.A. de C.V. a través de las cuales blanquearían dinero en los estados de Sinaloa y Jalisco.
Otro de sus hijos es Juan José Esparragoza Monzón, jefe de escoltas de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, quien se fugó de una prisión mexicana en 2017.
Cristian Iván, nacido en la ciudad de Guadalajara, fue detenido en 2014, acusado de blanqueo de lavado de dinero, se desconoce si fue liberado o permanece en la cárcel, pero se sabe que libró un juicio para evitar que le fuera decomisado el dinero que se le encontró de día de su detención.
A Nora Patricia se le han concedido amparos para que se descongelen sus cuentas bancarias y haga libre uso de su recursos, tras ser indiciada por lavado de dinero.
La nueva ola de los Arellano Félix
El Cártel de los Arellano Félix, de Tijuana, fue uno de los más poderosos de México en la década de los 90. Fueron los más acérrimos rivales del Chapo Guzmán, pero fue perdiendo espacios cuando sus líderes fueron detenidos, asesinados o extraditados a los Estados Unidos.
Pero ahora, tres de los hijos de los hermanos Benjamín y Javier Arellano Félix se han dado a la tarea de integrar un nuevo cártel llamado Los Benjamines, con la ventaja de que para las autoridades sus rostros siguen siendo un misterio y la información que se tiene de ellos es poca.
Según Zeta, a uno le apodan El Piloto, y es el presunto líder de lo que queda del viejo cártel.
Informes de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de México citados por Zeta, ubican a tres de sus primos: Fabián Arellano Corona y Benjamín Francisco Arellano Serrano, hijos de Benjamín Alberto Arellano Félix; así como a Javier Benjamín Briseño Arellano, presunto hijo de Javier El Tigrillo Arellano.
Estos tres serían los líderes de Los Benjamines, y todos tienen entre 20 y 27 años de edad. Al parecer fueron criados en los Estados Unidos, donde sus padres decidieron alejarlos de cualquier posible atentado en su infancia y adolescencia.
Existe la duda si Fabián es El Piloto.
En la lista de nuevos narcojuniors se incluye también a Jessica Johanna Oseguera González, hija de Rubén Oseguera Cervantes El Mencho, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) el más poderoso de México.
Jessica está al frente de los restaurantes de comida japonesa Mizu Sushi en Zapopan y en el destino turístico de Puerto Vallarta, Jalisco. Luego de la detención de su madre, es considerada el cerebro del marketing del cártel y forma parte del grupo de mujeres que elaboraron el plan maestro a través de las cual los recursos financieros de procedencia ilícita se convierten en dinero legal.
Estuvo a punto de ser detenida el 26 de mayo de este año, cuando la Marina aprendió a su madre, Rosalinda González Valencia, pero cuando llegaron los agentes, ella ya se había retirado del lugar.
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