La Ciudad de México supo por primera vez del cártel "La Unión" en 2013. Un domingo de mayo de ese año, 13 jóvenes "desaparecieron" de un bar de la céntrica Zona Rosa, conocido como "Heaven's". A los tres meses encontraron sus cuerpos en improvisadas fosas clandestinas, en el municipio de Tlalmanalco, Estado de México.
Los restos estaban cubiertos con cemento, asbesto, cal y amoniaco, bajo una gruesa capa de hormigón, y junto a ellos había una pistola calibre 9 milímetros, una escopeta calibre 20, cinco pares de esposas y un chaleco blindado.
Las víctimas tenían entre 16 y 35 años, todas vivían en el conocido barrio de Tepito, y fueron víctimas de una revancha entre bandas dedicadas a la venta de droga, de acuerdo con la investigación de las autoridades. A una de ellas la identificaron como "La Unión" de Tepito.
Las detenciones de 10 implicados del caso Heaven's, a quienes sentenciaron a 520 años de prisión, no significaron el fin de "La Unión".
Al contrario. Desde entonces, este grupo criminal, relacionado con el cártel de los hermanos Beltrán Leyva, ha asolado la Ciudad de México señalado como responsable de secuestros, extorsiones, sangrientos asesinatos y escenas como los cuerpos desmembrados que aparecieron en plena avenida Insurgentes, el domingo 17 de junio pasado.
Su peligrosidad además está desdoblada, porque de "La Unión" nació "La Unión Nueva Generación" y "Fuerza Anti-Unión", una escisión que ahora disputa también el control de la venta de droga en la zona centro de la capital.
Ahora, esos tres grupos también son identificados como responsables de la desaparición y asesinato de jóvenes en la capital del país con fines de reclutamiento forzado, de acuerdo con una investigación del diario de sucesos El Gráfico.
Los indicios
Las autoridades presumen la responsabilidad de los cárteles de Tepito a partir de varios indicios.
De los 598 jóvenes de entre 14 y 17 años desparecidos en la capital durante el primer semestre de 2018, casi 40% tiene su domicilio en las delegaciones del centro de la ciudad: Cuauhtémoc, Venustiano Carranza e Iztacalco, seguidas de Gustavo A. Madero e Iztapalapa, en Oriente y Norte. Todas zonas donde operan los cárteles.
También están identificadas las colonias de alto riesgo, entre ellas, Tepito, Morelos, Garibaldi, San Rafael y Santa María la Ribera, que pertenecen a la Cuauhtémoc, y Romero Rubio y la Nueva Michoacana, de Venustiano Carranza.
Las autoridades advierten que hay casos de jóvenes desaparecidos, quienes a los dos o tres días vuelven a su casa, sin explicación de por medio, con un evidente cambio de actitud, de acuerdo con el testimonio de las madres. Según ellas, sus hijos comienzan a salir de noche y a frecuentar otros amigos.
Además, de los jóvenes desaparecidos, al menos 17 han sido hallados muertos en zonas del centro de la ciudad, apenas una semana después del reporte de desaparición. Sus familiares presumen que había sido "reclutados" por bandas de narcotraficantes.
Uno de los casos corresponde a José Francisco "N", un joven cuya edad nunca se reveló y cuyo cuerpo apareció descuartizado en avenida Insurgente, al lado de otro identificado como Alfonso "D". José Francisco pudo ser identificado por un tatuaje de Bugs Bunny.
Las autoridades capitalinas además alertan del número de desapariciones, pues afirman que a partir del segundo semestre de 2017 comenzaron a recibir, en promedio, 8 denuncias diarias de desaparición de jóvenes.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: