México cerró el miércoles una campaña electoral sin grandes momentos, pero marcada por la violencia -casi medio centenar de aspirantes a cargos locales y estatales fueron asesinados –y por acusaciones de corrupción, y con un claro favorito en las encuestas: Andrés Manuel López Obrador.
Un acto multitudinario en el Estadio Azteca de la Ciudad de México marcó el cierre de la campaña para López Obrador, conocido como AMLO, y para su coalición Juntos Haremos Historia.
"Hay una alegría contagiosa y vibrante porque las encuestan indican que vamos a ganar", dijo López Obrador ante sus partidarios.
López Obrador hizo un recuento de sus principales promesas de campaña, desde el bienestar para los ancianos hasta la cancelación de los contratos de privatización del agua y la desaparición de algunos órganos de seguridad e inteligencia, pasando por la reducción de los sueldos de los altos funcionarios públicos y, sobre todo, el combate a la corrupción.
"No se puede enfrentar la corrupción si no tenemos autoridad moral", agregó AMLO. "La honestidad es lo que estimo más importante en mi vida".
Miles de personas comenzaron a congregarse desde temprano en el recinto del sur de la ciudad con capacidad para 80.000 personas -el estadio más grande de México y el tercero de América-, y al anochecer se encontraba repleto. Una multitud quedó afuera, constató la AP.
"Necesitamos un cambio y AMLO ha dicho que luchará contra la corrupción. A ver si ahora se deja de castigar al pueblo y se va contra las altas esferas y contra los políticos que están involucrados con el crimen organizado y en la llegada de armas de Estados Unidos", dijo a la AP Miguel Ángel Aldama, de 61 años, quien llegó desde Puebla para el cierre de campaña.
Llaveros alusivos a López Obrador, pegatinas y carteles conformaban un escenario de fiesta de apoyo al candidato.
"Más de lo mismo, pues no, ya estamos hartos", manifestó a la AP Eloísa Zúñiga, quien llegó con su hija y su hermana de Ecatepec, una de las localidades de mayor incidencia del crimen. "Queremos más seguridad, menos violencia y transparencia… A ver si ahora se consigue".
El cierre de campaña del conservador Ricardo Anaya se llevó a cabo en la ciudad de León, en el estado de Guanajuato, desde donde llamó al "voto útil" y reiteró que solo él puede ganarle a López Obrador.
Mientras tanto en el norte del país, en la ciudad de Saltillo, Coahuila, el candidato oficialista, José Antonio Meade, también tuvo su último acto de campaña.
"Hemos hecho la mejor campaña… Hemos avanzado, traemos tendencia y trayectoria segura que nos va a llevar a ganar, estamos en un momento clave de nuestra historia", dijo Meade a sus seguidores, a los que dio las gracias por su confianza hasta el final.
En el último día de publicación de sondeos, la gran mayoría de las encuestas situaban a López Obrador más de 20 puntos porcentuales por delante de sus contrincantes.
El diario Reforma le daba una intención de voto del 51% frente al 27% de Anaya, líder de una inusual coalición de organizaciones de izquierda y derecha que solían ser antagonistas; y al 19% de Meade, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Solo un sondeo, del diario El Heraldo, limitaba la ventaja de AMLO a 13 puntos. Este periódico es también el único que ubicaba a Meade en segundo lugar.
López Obrador, que fue jefe de Gobierno de la capital del país de 2000 a 2005, están intentado por tercera vez llegar a la presidencia.
Atrás queda una campaña donde las acusaciones de corrupción de los candidatos fueron constantes, los temas internacionales quedaron reducidos a críticas a las políticas de Donald Trump y en la que la violencia, que se cebó con todos los sectores sociales, llegó también a los candidatos y precandidatos locales o estatales, con 132 políticos asesinados.
La consultora Etellekt cifró además en 543 las agresiones generales a políticos.
Tampoco faltaron las múltiples denuncias de compra o coacción del voto, propaganda inapropiada. El Instituto Nacional Electoral (INE) ordenó esta semana parar una campaña de llamadas telefónicas contra López Obrador.
Además, autoridades estatales y medios de prensa locales reportaron un robo de paquetes con 11.000 boletas por parte de grupos armados en Tabasco, y otras 8.000 que fueron sustraídas y quemadas en Oaxaca.
Unos 87 millones de personas, entre ellas decenas de miles de residentes en el extranjero, están habilitadas para asistir a las urnas este domingo en las que ya se consideran las elecciones más grandes de la historia de México, porque además del presidente se eligen diputados y senadores, ocho gobernadores y cientos de legisladores locales y alcaldes.
El mandato del sucesor del presidente Enrique Peña Nieto comenzará el 1 de diciembre.
(Con información de AP)
MÁS SOBRE ESTE TEMA: