Después de un enfrentamiento el martes fueron detenidas 25 personas.
Primero fueron los tiroteos y ejecutados en las calles de la capital, luego la aparición de narcomantas y pedazos de cuerpos regados en una de las principales avenidas la metrópoli, todo indicaba que el crimen organizado se había asentado en Ciudad de México, pero tuvieron que pasar 77 meses para que el gobierno local admitiera lo que todo mundo ya sabía: la presencia de los cárteles de la droga.
"Hace dos meses, desde que ocupo la Jefatura de Gobierno, ya tenía conocimiento de que existían estos grupos delincuenciales que se dedican al narcomenudeo; tenemos conocimiento de que se han vinculado o relacionado con otros grupos que ejercen el narcotráfico a nivel nacional", dijo a distintos medios de comunicación el jefe de gobierno capitalino José Manuel Amieva, quien asumió el cargo en marzo, luego de la renuncia de Miguel Ángel Mancera para buscar un lugar en el Senado.
Hasta ahora, las autoridades sólo habían reconocido la operación de un grupo criminal local de alto riesgo: el cartel de Tláhuac.
Sin especificar nombres, Amieva aseguró que los grandes cárteles que operan en la ciudad son originarios de los estados de Guerrero, Jalisco y Morelos.
El 18 de febrero Infobae publicó, con base en un reporte del Servicio de Información del Congreso de Estados Unidos, que de los 202 grupos criminales identificados en el país, 24 operaban en la capital, lo que la coloca en tercer lugar con el mayor número de organizaciones de este tipo, después de los estados de Tamaulipas y Guerrero, con 42 y 25, respectivamente.
Entre estos grupos señaló a los cárteles de los Beltrán Leyva, los Caballeros Templarios, la Familia Michoacana, Jalisco Nueva Generación (CJNG), de Sinaloa y Los Zetas, son embargo Amieva no mencionó nombres, sólo señaló que trabajaban en coordinación con grupos de narcomenudistas.
La advertencia
Los cuerpos desmembrados que aparecieron el domingo sobre la avenida Insurgentes (Video: La Silla Rota)
El 7 de febrero una narcomanta advertía "Hemos llegado", presuntamente colocada por el CJNG, con la cual reafirmaba su presencia.
Los grupos del crimen organizado llegaron a la capital gracias al amplio comercio de droga al menudeo y atraídos por la actividad económica y financiera para el lavado de dinero.
El Observatorio Nacional Ciudadano, organización que periódicamente reporta sobre la inseguridad en el país, informó que de enero a marzo de 2018 la capital reportó la segunda tasa de homicidio doloso desde que se tiene registro.
En ese periodo la capital del país llegó al lugar 21 de 32 a nivel nacional en homicidio doloso, se abrieron 3,20 carpetas de investigación por cada 100.000 habitantes y registró un incremento del 15.5% con respecto a los mismos meses del año pasado, mientras que en los últimos tres trimestres el porcentaje de asesinatos con arma de fuego superó el 70%.
Hasta ahora las autoridades locales sólo había admitido que en el sur y oriente de la ciudad opera el Cártel de Tláhuac, principalmente en las delegaciones (municipios) de Tlalpan, Coyoacán, Xochimilco y Milpa Alta.
Así como la presencia de la Unión de Tepito en el centro y norte, al que en algún momento Mancera calificó como "pandilla".
A finales de la década de los noventa, el popular barrio de Tepito dominaba la geografía del narco menudeo, junto con otras colonias de las delegaciones Cuauhtémoc, Iztapalapa y Gustavo A. Madero, ahora las autoridades capitalinas reconocen puntos de venta de droga en siete de las 16 delegaciones de la capital:
Tláhuac, Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Álvaro Obregón, Tlalpan, Xochimilco y Cuauhtémoc, la mayoría ubicadas en zonas que colindan con los estados vecinos de México, Hidalgo y Morelos.
Desde 2013, un informe de la firma de análisis Lantia Consultores, dado a conocer por Insight Crime, afirmaba que en Tepito operaban "15 grupos criminales". Entre ellos el Cártel Tepito, La Unión de Tepito, los Zetas y el Cártel de Sinaloa, pero el gobierno local insistía en negarlo.
"Hemos hablado de estos grupos de Jalisco, de Guerrero, de Morelos que proporcionan droga, que proporcionan armas y que sabemos, además, que existe o que debe de existir una colaboración profunda para, con las instancias federales, detener a personas o delincuentes de estas organizaciones en la ciudad que están en otras entidades y de otras entidades que han venido aquí a la ciudad", dijo Amieva.
Las consecuencias
Horas después de que el gobierno admitiera que en la capital operan grandes cárteles, una nueva balacera estremeció a la capital con saldo de 4 muertos y 25 detenidos.
La violencia inició por la disputa de vendedores de droga que pelean ese territorios en los límites entre las delegaciones Iztapalapa Coyoacán.
Los registros policiales señalan que un primer enfrentamiento se registró alrededor de las 17:15 horas en la calle San Francisco, en la Colonia San Francisco Culhuacán, donde dos jóvenes de 18 y 22 años de edad fueron baleados y fallecieron más tarde en un hospital privado.
Tras recibir un reporte de emergencia la policía llegó al lugar y se desató una persecución.
Uno de los sospechosos, quien iba armado, fue detenido, mientras sus cómplices escaparon en un auto hacia Av. Taxqueña. Durante persecución un grupo de personas cerro el paso a las autoridades a la altura del pueblo de Culhuacán, en Iztapalapa.
Los ocupantes del auto aprovecharon para descender y enfrentar a tiros a los policías. Dos atacantes más fueron abatidos.
La Fiscalía local informó que, al llegar las grúas para retirar los vehículos, un grupo de motociclistas atacó a balazos a los policías. En ese enfrentamiento, uno de los agresores resultó herido.
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