Un domingo de paseo.
En enero de este año, una encuesta del sitio de viajes Booking.com reveló que la Ciudad de México era considerada el mejor destino de Latinoamérica para viajar con mascotas. Las facilidades de hospedaje y opciones de lugares pet friendly la colocaron por encima de sitios como Punta del Este, en Uruguay, y Santos, en Brasil.
Ahora la ciudad cuenta con una atracción adicional para los dueños de perros, ya sean turistas o locales: un recorrido turístico exclusivo que les da la oportunidad de recorrer la ciudad en un autobús de dos pisos en compañía de sus canes.
A decir de sus creadores, Turipet es el único servicio en su tipo en América Latina, aunque no están seguros si en Europa exista una iniciativa igual. Apenas lanzado a inicios de mayo, se ha convertido en un éxito que ya tiene reservaciones por la menos tres semanas.
"Mi socio es empresario y yo soy veterinaria. Entre nosotros pensamos en cómo impulsar la cultura pet friendly, pero pensado en los perros. Normalmente nosotros los llevamos a los restaurantes, a los centros comerciales donde podemos llevarlos. En este tour. nos integramos a sus actividades con concursos, pláticas de interés…", dijo a Infobae Marilú Méndez, fundadora de Turipet.
La iniciativa surgió luego de que sus creadores se dieran cuenta de que generalmente es el perro el que se tiene que adaptar a las actividades del humano, por lo que era necesario encontrar cómo incorporar al humano a las actividades de su mascota para que lo conozcan mejor, lo entiendan y resuelvan todas las dudas que pudieran tener sobre su adiestramiento, comportamiento y alimentación.
También ante la necesidad de brindar a los perros la opción de pasar un domingo en familia y de paseo, en lugar de quedarse encerrado en casa.
"Es esa necesidad de incluirlos en las actividades diarias y que cada vez formen más parte de la sociedad", agregó.
Un día de paseo
Por ahora el recorrido se realiza sólo los domingos y está limitado a 25 perros con sus dueños. La cita empieza media hora antes de iniciar el recorrido para que los canes socialicen con quienes serán sus compañeros de viaje y tengan tiempo de asimilar que estarán rodeados de tanta gente.
Al abordar el bus, se hace un repaso de la lista de pasajeros en la que aparecen nombres como Kika, Mika, Ramona, Niza, Greñita… lo más grandes suben primero para que se acomoden en la parte delantera porque son los que necesitan más espacio, los demás pueden sentarse donde quieran.
Después de haber recorrido a bordo del bus una parte de la tradicional colonia Roma y del exclusivo Santa Fe, el tour llega a un parque ecológico al poniente de la capital donde después de una larga caminata los canes participan en una intensa competencia de carreras con obstáculos en las que tienen que libar vallas y túneles. De no hacerlo, su dueño tiene que hacerlo por ellos.
Después de un descanso, sus dueños reciben una plática de un veterinario en la que se les explica cómo colocar de manera correcta los collares para que no apriete demasiado ni quede muy flojo, principalmente los que tienen sustancias anti pulgas.
También reciben consejos sobre cuándo y cómo bañarlos, qué tipo de collares y correas usar, entre otros.
Una sesión de armonización para conectarse con el perro.
Minutos más tarde, en una sesión de armonización, canes y dueños se conectan mirándose a los ojos y a través de un ejercicio llamado de reconocimiento, con el que los dueños agradecen a sus mascotas su compañía.
"Todas las semanas tenemos cosas diferentes para que quien quiera repetir no venga a las mismas actividades y pueda vivir cosas distintas", explicó Méndez.
Para algunos humanos este ejercicio fue intenso y sentimental. "Sentí mucho cómo me miraba con más dulzura, como que él sabía que yo le estaba dando las gracias por estar aquí conmigo, por ser mi compañía", expresó una conmovida mujer que asistió acompañando a un perro Beagle.
"Yo la traje porque vi unos videos donde se ven muy graciosos los perros en la parte de arriba del camioncito y porque quería saber de qué se trataba, pero también porque hoy es su cumpleaños", expresó la dueña de una bóxer llamada Kika.
El recorrido también incluye una sesión de entrenamiento en la que un profesional enseña cómo sacar al perro a pasear sin que se jalonee y para que siempre permanezca al lado de sus dueños.
Integrantes del tour comparten los problemas que tienen tratando de lidiar con la rebeldía de sus perros y al mismo tiempo realizan un ejercicio práctico juntos para empezar a solucionarlos.
Un etólogo acompaña durante todo el recorrido aclarando dudas sobre el comportamiento y posibles formas para combatir la ansiedad que muestran muchas mascotas.
El bus deja en su viaje una serie de admiradores quienes ríen ante el paso del grupo canino por las calles.
Antes de finalizar el tour se realiza un recorrido por la colonia Condesa, una de las más pintorescas de la capital.
Hasta ahora, según sus creadores, no se ha presentado ningún problema entre los canes, pero en caso de que así sea hay un kit de emergencia y veterinarios a bordo.
Para evitar incidentes hay que seguir ciertas reglas. Por ejemplo, a las perritas en celo se recomienda esperar un poco para llevarlas, que los canes tengan completo su carnet de vacunación y que se trate de animales sociables. Todos deben traer correa y el recorrido dura alrededor de cuatro horas.
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