En Guanajuato las autoridades encontraron una fosa clandestina con 12 cuerpos, y entre ellos presumen que están los cuatro integrantes de la familia Bustos Escogido, quienes desaparecieron misteriosamente en Celaya, ciudad del mismo estado, el pasado 29 de abril.
En un comunicado que tituló "La PGJ localiza a integrantes y amigos de la familia desaparecida", la Procuraduría General de Justicia del estado afirmó que "los cuerpos fueron ubicados en un predio abierto y la camioneta en un domicilio particular, en comunidades del municipio de Villagrán".
El fiscal del estado, Carlos Zamarripa Aguirre, incluso aseguró que las investigaciones de la desaparición apuntan hacia la probable responsabilidad del Cártel Santa Rosa de Lima, que opera en esa entidad.
"Hay una relación directa con ese grupo", dijo el funcionario en entrevista con los medios locales.
Los familiares, sin embargo, dudan de la investigación y de que los cuerpos hallados correspondan al matrimonio Bustos Escogido, a su hijo y su sobrino. Por eso solicitaron pruebas de ADN para verificar su identidad.
Aseguraron que en principio las autoridades no les mostraron los cuerpos para identificarlos, y que sólo les enseñaron fotografías de cadáveres semi enterrados en un lugar del que no se tiene información precisa.
"Sólo mencionaron un lugar abierto, en una fosa clandestina, en el vecino municipio de Villagrán, con fotografías con muy poca calidad que impedía identificarlos", afirmaron en redes sociales.
Finalmente, los familiares pudieron ver los cuerpos que la PGJ asegura son de Julio César Bustos Alemán, de 44 años; su esposa Yolanda Escogido Navarro, de 46; su hijoGustavo Ángel Bustos Escogido, de 18, y su sobrino Luis Eduardo Escogido Navarro, de 20.
"Ya los vimos físicamente y no son, estamos seguros, no son ellos", dijo un familiar al periódico AM de Guanajuato.
Además, aseguraron que los cuerpos rescatados llevaban ropas que ellos no reconocen y que nunca les informaron sobre el lugar en donde encontraron la camioneta ni les mostraron fotografías. "Por muy calcinado que este el vehículo, los números de serie no se borran, advirtieron.
Los familiares presumen que las autoridades locales pretenden dar "carpetazo" al caso y hasta sospechan que "sembraron los cuerpos y las supuestas evidencias".
Los cuatro integrantes de la familia Bustos Escogido desaparecieron la madrugada del domingo 29 de abril, de una casa ubicada en la colonia Los Naranjos, en Celaya, donde celebraron una fiesta que se prolongó hasta la madrugada.
De ese lugar se llevaron a Julio César, su esposa Yolanda, su hijo Gustavo Ángel y su sobrino Luis Eduardo. Junto con ellos desaparecieron dos amigos de los jóvenes: Martín Alejandro Rosas Mendoza y Brian Ortiz Cervantes, de 18 años los dos, quienes también estaban en la reunión.
El vehículo de la familia, una camioneta Explorer color verde, modelo 1993, con placas GPR1162, tampoco fue localizada y en su casa faltaban objetos de valor como una pantalla de televisión y un celular.
Después de que los familiares de las víctimas presentaron la denuncia, la PGJ de Guanajuato implementó un operativo de búsqueda permanente con cateos, registro de vehículos, inspección de lugares, análisis científicos y testimonios.
"Esto permitió la localización de los cuerpos que coinciden con las características y vestimentas de las personas buscadas, además de la camioneta sustraída", aseguró la PGJ en su comunicado.
Sin embargo, después de las dudas expresadas por la familia de las víctimas, que cuestionó la veracidad de la información oficial, el titular de la PGJ de Guanajuato aclaró que el estado de descomposición de los cuerpos hallados obliga a realizar pruebas de ADN para confirmar su identidad.
"Nosotros dijimos que se iban a llevar a cabo las periciales correspondientes para corroborar su identidad y en eso estamos. Evidentemente, por el deterioro de los cuerpos, pues las pruebas pueden tardar dos o tres días más y hasta entonces sabremos con certeza, con cientificidad, si estos cuerpos son de ellos", dijo el funcionario.
En el municipio de Villagrán, donde las autoridades presuntamente hallaron los 12 cadáveres, opera un grupo delictivo denominado Cártel de Santa Rosa de Lima, que en su momento retó al Cártel Jalisco Nueva Generación, por el control de territorio en el estado.