En medio de las campañas presidenciales mexicanas, integrantes de la Unión de Comisarios por la Paz y el Desarrollo del Estado de Guerrero, integrada por campesinos, pidieron a los candidatos a la Presidencia de México que legalizaran la siembra de amapola, a la que se dedican desde hace más de cuatro décadas a pesar de ser una actividad ilegal.
Ellos viven dentro del llamado "Pentágono de la Amapola" integrado por la una zona que abarca 21 municipios, los principales Iguala, Chilpancingo, Acapulco, Zihuatanejo y Coyuca de Catalán. Todos forman parte de la cadena del mercado de las drogas en la entidad. Los que están en las partes altas tienen un clima propicio para la siembra y su ubicación de difícil acceso es importante para la instalación de narcolaboratorios.
Mientras que otros, los más cercanos al mar, presentan condiciones idóneas para el embarque de la mercancía. Otros son idóneos para el trasiego.
Esta zona dominada por grupos criminales locales se ha convertido en el nuevo tesoro para los cárteles mexicanos de la droga, ya que aquí se estima que se produce entre el 40% y el 60% de la amapola del país, el insumo básico para la producción de heroína.
Guerrero es, junto con Oaxaca y Chiapas, uno de los tres estados más pobres del país. Sólo el municipio de Iguala está por debajo del nivel promedio de pobreza.
Condiciones climáticas, la falta de accesos carreteros, lo complicado del terreno, la pobreza y la falta de opciones convirtieron a esta zona en el principal proveedor de la heroína que llega hasta Estados Unidos.
"Varias veces llega gente con sacos de semilla de amapola, los de las bandas locales los reparten y se empieza a sembrar. En el invierno una sola persona puede recoger por un día hasta 300 gramos de goma de opio (que la sacan del bulbo de la amapola) que les pagan hasta en 4.000 pesos (USD 205). Cuando sembraban marihuana, por un kilo les pagaban 250 pesos (USD 12,87). La gente que de eso vive a veces gana hasta 13.000 pesos (USD 669,15) por dos kilos de pasta opio, por eso hasta los niños después de la escuela se ponen a raspar la amapola para sacar la pasta de opio", dijo a Infobae un representante de una comunidad llamada Filo de Caballos, en una zona de la sierra donde se produce amapola y fentanilo.
Ejemplificó que para los campesinos de la zona la siembra de amapola representa una opción más redituable que sembrar otros cultivos, pues mientras el aguacate tarda entre 3 y 4 años para empezar a dar ganancias, la amapola tarda sólo 3 meses. Y no tienen que pagar por el transporte pues una vez que tienen lista la mercancía, llaman a algún integrante del cártel para que pase a recogerla y pague lo acordado.
El Pentágono de la Amapola rivaliza con el llamado Triángulo Dorado, la región comprendida entre los estados de Chihuahua, Sinaloa y Durango, históricamente dominada por el Cártel de Sinaloa y que en los últimos años se han convertido en una zona de disputa con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Esta zona del noroeste del país y más cercana a la frontera con Estados Unidos es un importante productor de marihuana y amapola.
Zona de cárteles
El pentágono tiene cinco cabeceras, una de ellas Acapulco y otra, la capital del estado, Chilpancingo. La primera es un importante punto de embarque y venta, por su alta afluencia de turistas extranjeros.
La segunda es un punto de trasiego.
Mientras que en los municipios cercanos a la sierra se da la producción de amapola en aproximadamente 1.280 comunidades.
"La sierra de Guerrero es muy fría y la amapola crece muy bien en este clima. Es como el clima perfecto para que se dé. Si quieres ir hacia la sierra te cuesta mucho trabajo llegar, por eso no hay vigilancia, hay una sola carretera, hay muchos poblados a los que puede llegar nada más por caminos de terracería, y eso hace que muchas veces no entre la policía", expresó a Infobae el periodista local Bernardo Torres, quien desde hace seis años recorre la región.
Pero una peculiaridad que presenta la zona es que está controlada por pequeños grupos locales que han impedido que los grandes cárteles entren a tomar el control de la región.
"Su principal arma es que conocen el terreno compuesto por quebradas, pendientes y difíciles caminos", dijo Torres.
En esta parte de la sierra de Guerrero, se disputan la siembra, cosecha y trasiego de la droga los grupos delincuenciales de Los Rojos, el cartel de la sierra del Sur y el un grupo encabezado por un personaje conocido como "El Teniente". De acuerdo con Torres, también se han identificado remanentes de lo que era el Cártel de la Familia Michoacana y el de Los Caballeros Templarios.
Se han identificado operaciones de Guerreros Unidos, el Cártel Independiente de Acapulco, La Barredora y Los Granados.
El conflicto se intensifica pues los grandes cárteles como el de Sinaloa o Jalisco Nueva Generación buscan su rebana del pastel y están en constante conflicto con los grupos locales.
Esta zona equivale al 40% del territorio de Guerrero, donde la cifra de homicidios dolosos supera hasta ocho veces la media nacional (7,37 casos por cada 100.000 habitantes), según el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Justicia Penal.
"Guerrero tiene el monto de desaparecidos más grande de México, un ejemplo son las fosas clandestinas que salieron a la luz y lo que se ve desde afuera es el vínculo entre grupos del narcotráfico, corrupción y complicidad de las fuerzas de seguridad, políticos. Es un círculo de violencia que se perpetúa entre grupos criminales y de autodefensa", expresó a Infobae Iván Briscoe, director del Programa para América Latina del Crisis Group.
México se ubicó, de acuerdo con un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como el tercer productor mundial de amapola para generar opioides, entre los que se destaca la heroína.
Los datos de la ONU corresponden a 2015, cuando México cultivó 26. 100 hectáreas de amapola, comparadas con las 17.000 registradas en 2014.
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