El museo presenta 80 piezas de 26 artistas.
Un enorme letrero con la palabra "Narco" formada con capsulas, jeringas y pastillas son la bienvenida a una peculiar exposición en la que armas que protagonizaron algún hecho relacionado con el narcotráfico ahora forman una enorme huella digital que busca dar identidad a los más de 33.000 desaparecidos en México desde el inicio de la Guerra contra las Drogas, hace casi 12 años.
En este espacio conviven fotografías de narcotraficantes, mapas de pueblos abandonados por la violencia y envolturas de grapas de cocaína que forman una paloma de la paz y que envía el mensaje de que con los 200 dólares que cuesta cada una de máxima pureza, se pueden comprar 240 kilos de tortillas.
Intenta dar a conocer distintos aspectos del mundo de las drogas en países como Brasil, Colombia y México.
Se trata de el Museo de la Política de Drogas, una exposición itinerante de más de 80 piezas que desde 2016 visita distintas capitales del mundo y que por primera vez llega a la Ciudad de México.
Nació como una opción para ofrecer a los visitantes una "experiencia emocional" que ilustre los daños causados por las actuales políticas prohibicionistas de drogas y aboga por nuevos enfoques que tengan como base la dignidad, la salud y los derechos humanos.
"Queremos que la gente piense fuera de la caja. La exhibición se enfoca en la aceptación, en el no-juicio, si eres un usuario activo de drogas, lo aceptamos," mencionó la productora ejecutiva del museo, Daveen Trentmann.
La idea, expresó, nació de la necesidad de "hacer memoria para que vuelvan a suceder" episodios de violencia como los ocasionados por los cárteles en Colombia y México.
"Se trata de quitarle el poder al crimen organizado, de dignificar a las personas que han muerto", dijo.
Una línea del tiempo que inicia en los años veinte y termina en nuestros días, hace el repaso de las políticas de drogas alrededor del mundo, incluyendo la guerra contra el narco en México, iniciada en 2006.
La huellas de la memoria
Entre las obras más impactantes de la exposición están las esculturas del artista plástico Álvaro Cuevas, quien tomó armas decomisadas por la Marina y las convirtió en piezas "para pacificar" como un águila o una huella digital gigante que representa un homenaje a los desaparecidos.
También se reconoce la campaña "Palas por armas" en la que habitantes de Culiacán, en Sinaloa, entregaron voluntariamente 1.547 armas, 40% de uso exclusivo del Ejército, que sirvieron de materia prima para la fabricación de palas que se usan para plantar árboles.
Una de las historias que destaca es la de Grace Elizalde, niña mexicana de 8 años que sufre ataques de epilepsia al menos una vez por hora. El tratamiento para esto, incluye un aceite a base de marihuana, que ha demostrado ser útil en casos similares en Estados Unidos pero está restringido en México. En 2015, Grace se convirtió en el primer paciente en el país en usar legalmente la marihuana con fines medicinales luego de ganar una batalla legal para importar su medicamento.
"Me puse a hacer un estudio a la vez que estaba trabajando en el taller estas piezas. Lo que es importante es que todos salen mal en esta ecuación: los gobiernos que prohíben que piensan que con la prohibición ya se erradicó, no es cierto; los narcotraficantes que la venden porque les vale madres la salud de otra gente, la gente que la compra (la droga) porque estás contribuyendo al desmadre", expresó el artista Eduardo Olbés, quien presentó su obra "The Kalashnikov", en la que recrea una AK-47 con cápsulas y líneas de cocaína representadas con polvo de mármol.
También es el autor de la obra representada a la entrada con la palabra "NARCO", para la que utilizó 1.200 cápsulas, píldoras, jeringas y falsas líneas de cocaína.
En un singular montaje aparece al nivel del piso una fotografía gigante del capo colombiano Gonzalo Rodríguez Gacha "El Mexicano", que unió fuerzas con Pablo Escobar para fundar el Cártel de Medellín.
La idea de no colgar su fotografía, expresó Daveen Trentmann, es para no contribuir a la glorificación de la figura del narcotraficante.
La exposición cuenta también con un espectáculo multimedia en el que a través de luces y caligrafía sobre una pared se proyectan las palabras "narcopoliítica y narcoterror".
El Museo de la Política sobre Drogas es patrocinado por Open Society Foundation. Muestra cómo las políticas de drogas impactan y dan forma a las comunidades y también se ofrecen modelos alternativos exitosos que se aplican en diversos países. Permanecerá en México sólo por 3 días, del 4 al 6 de mayo.
Los organizadores plantean que a nivel mundial los políticos se niegan a enfrentar el problema de las drogas desde nuevos paradigmas, por ello buscan despertar conciencia entre los ciudadanos.
MAS SOBRE EL TEMA: