Esteban Loaiza parecía hacer cumplido el sueño de cientos de jóvenes apasionados del béisbol en México que ante la falta de brillo de la liga azteca buscan una oportunidad en las grandes ligas en los Estados Unidos.
El pitcher mexicano fue contratado a mediados de los 90 por los Piratas de Pittsburgh, de la Liga Nacional. Su debut sería en la gran carpa y no en un diamante de su país natal.
Pero ante su bajo rendimiento fue regresado a la Liga Mexicana. En 1996 tuvo que jugar una temporada con los tradicionales Diablos Rojos de la Ciudad de México. Después regresó a los EEUU, donde hasta el año 2003 tuvo un desempeño mediocre en el que en su mejor temporada había logrado 11 victorias en su paso por los Piratas, los Rangers de Texas y los Azulejos de Toronto.
Cuando llegó a los Medias Blancas de Chicago, de la Liga Americana, en 2003, ya tenía 32 años y era considerado un pitcher veterano. Pero como aseguró a Infobae Héctor Linares, cronista mexicano de béisbol, el miedo a no cumplir su sueño y dejar ir su carrera sin pena ni gloria lo llevó a lograr su mejor temporada con 21 juegos ganados, abrir un Juego de Estrellas, y quedar segundo en la votación por el premio Cy Young que se entrega al mejor lanzador de cada liga.
Para la siguiente temporada, 2004, Loaiza cumplió otro sueño de miles de niños: fue contratado por los míticos Yankees de Nueva York.
Pero, sostiene Linares, no supo aprovechar su gran oportunidad, y en lugar de consolidar su carrera, entró en un declive que lo llevó de equipo en equipo.
Sin embargo, el tobogán fue esta vez mucho más vertical y excedió lo deportivo: fue arrestado por primera vez, regresó a la Liga Mexicana, tuvo un fugaz matrimonio con la fallecida cantante de música banda Jenni Rivera y finalmente fue a parar a una cárcel en los Estados Unidos.
El 9 de febrero de este año fue detenido por la policía de San Diego, California, con más de 20 kilos de cocaína. Presumen que su intención era venderla.
Preso en la cárcel central de San Diego, el próximo 11 de mayo tendrá una audiencia de peticiones para presentar nuevos argumentos sobre el caso. Pedirá la posibilidad de salir bajo fianza.
Una carrera de poca disciplina
Linares, quien en distintas ocasiones convivió con el pitcher, afirmó que Loaiza pudo haber tenido más logros en su carrera, pero su falta de disciplina le impidió lograr el nivel de concentración y rendimiento que lleva a los grandes peloteros a la cima.
"Siempre le gustó la fiesta y era sabido por todos, le gustaba ir a conciertos de banda, andar en la fiesta con amigos, con las cantantes. Hace poco la mamá decía que todo su dinero se lo gastó entre amigos que se los llevaba de parranda (juerga), todos esos amigos y dinero que ahora no están", expresó Linares.
Todo su dinero se lo gastó entre amigos que se los llevaba de parranda, todos esos amigos y dinero que ahora no están
Cifras reveladas por la cadena Univision exponen que durante su carrera y con su empresa de artículos deportivos Esteban Loaiza LCC, el pelotero pudo haber ganado USD 43 millones, pero el dinero se esfumó al grado que para reunir los USD 250.000 que necesita para pagar su fianza tuvo que recurrir a una compañía especializada en este ramo.
Sus dos anteriores arrestos, uno en México y otro en los Estados Unidos estuvieron relacionados con el alcohol.
El primero fue en 2006, cuando conducía en Oakland con exceso de velocidad y en estado de ebriedad. Su equipo de entonces, los Atléticos, lo suspendió y posteriormente lo envío a los Dodgers de Los Ángeles, en la Liga Nacional, donde nuevamente solo duró una temporada.
En 2008 fue transferido nuevamente a los Medias Blancas, que fue su último equipo en las grandes ligas. A partir de entonces inició su peregrinar por el béisbol mexicano con equipos como Los Venados de Mazatlán, de la Liga Invernal y los Toros de Tijuana, ciudad en la que se le veía pasear en una costosa camioneta Hummer.
El encuentro con Jenni
La vida personal de Loaiza, aseguró Linares, cambió cuando conoció a la fallecida Jenni Rivera, una cantante estadounidense de origen mexicano conocida como la Reina de La Banda (un género musical popular en México).
Para casarse con la también productora, el pelotero tuvo que divorciarse de su primera esposa, Ashley Espósito.
"Cuando conoció a Jenni era otro, siempre estaba metido en problemas del divorcio, o saliendo en las revistas del corazón, pero ya no como el pitcher que todavía era en ese momento, sino como el esposo de la artista y eso era algo que… pues ya no era él el centro de la atención", comentó Linares.
Loaiza y Rivera se casaron en 2010. Pero su matrimonio terminó en medio del escándalo cuando la cantante lo acusó de tener un romance con su hija mayor, la también cantante Chiquis Rivera.
Los dos estaban en el proceso de divorcio, cuando Jenni falleció, el 9 de diciembre de 2012. La avioneta en la que viajaba se desplomó en el Norte de México.
Sin derecho a la millonaria herencia de la cantante, a partir de entonces a Loaiza se lo vio con distintas mujeres, disfrutando de su vida de soltero y lejos de los reflectores, hasta que en 2013 fue nuevamente arrestado, esta vez en México. Había consumido bebidas alcohólicas con un grupo de personas dentro de un taxi.
Después ya no se supo más hasta febrero, cuando fue arrestado en los Estados Unidos. De ser encontrado culpable podría enfrentar una pena de hasta 20 años y 8 meses de cárcel.
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