Quienes han recorrido la parte alta de la Montaña de Guerrero saben que encontrarán, en algún momento, un tapiz de flores rojas y blancas que salta y se extiende en el campo. Es la flor de la amapola cultivada por los campesinos de la más pobre sierra del país, que produce la base para una de las drogas más consumidas en el mundo: la heroína.
La hay negra (o más bien café) y blanca. De México, Colombia y China. Y ahora además mezclada con una sustancia química conocida como furanil fentanil que ha dado origen a la segunda generación de "China Blanca" o China White, como le llaman en Estados Unidos (antes el término servía para distinguir la heroína blanca colombiana o china, de la "negra" mexicana).
Esa droga está entrando por todas las arterias de Estados Unidos y ya comienza a ganar adeptos en México al combinar bajo costo y potencia: cuesta entre 7 y 10 dólares la dosis que se vende en pastilla o polvo y es hasta 50 veces más potente por el efecto del fentanilo, un analgésico muy adictivo que la medicina utiliza con prescripción para enfermos de cáncer.
En una entrevista publicada por Rolling Stone, el doctor Wilfrido López-Ojeda, profesor de ciencias biomédicas de la Universidad de Florida Central, explicó que en su origen la "China Blanca" pudo ser una mezcla del fentanilo original con algunos residuos de heroína y cocaína. Así "empezaron a referirse a esto como un producto más puro", dijo.
Y más rentable para los cárteles. Un kilogramo de fentanilo tiene un costo aproximado de 5.000 dólares y con esa cantidad es posible fabricar hasta 1 millón de pastillas que son vendidas a 10 dólares cada una.
Eso significa ganancias por 10 millones de dólares, de acuerdo con información compartida en una conferencia bilateral de especialistas químicos y forenses en México, en mayo de 2017.
Allí también estuvo Roberta Jacobson, ex embajador de Estados Unidos en México, quien habló del poder letal del fentanilo y su impacto en la sociedad estadunidnse. "Está causando un número de sobredosis sin precedentes y matando a personas de todas las edades", aseguró.
Jacobson dijo que en 2015, en su país, más de 33.000 personas habían muerto a causa de sobredosis por opioides. No se refirió a alguna droga en particular, pero llamó la atención sobre el aumento de la cifra, porque esas muertes significaban un incremento de 77% con respecto del año anterior.
Según los especialistas, el furanil fentalino es tan potente que es casi imposible revertir los efectos de una sobredosis.
El triángulo del tráfico: China, México y EEUU
En México siempre sucede que con las drogas la realidad camina hacia un rumbo y la información oficial hacia otro.
En Estados Unidos la DEA ha identificado a los cárteles mexicanos, principalmente el Cártel de Sinaloa, como los principales distribuidores de heroína en Estados Unidos, por arriba de los colombianos y las mafias chinas.
En aquel país además la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) alertó recientemente del aumento en el número de casos de adolescentes y jóvenes mexicanos que intentan cruzar la frontera con paquetes de fentanilo.
El semanario Zeta, de Tijuana, informó que de enero a octubre de 2017 sumaba 84 menores, y de noviembre pasado a marzo de este año eran 41 los casos, según cifras de la CBP.
Pero en México, hasta el año pasado las autoridades informaron que desde 2006 sólo habían incautado 16 cargamentos de fentanilo, 4 de estos en 2017. No obstante, un representante de la Procuraduría General de la República (PGR) reconoció en la conferencia bilateral de mayo pasado el crecimiento del consumo.
El bajo número de incautaciones de fentanilo llama la atención porque los cárteles mexicanos forman parte del triángulo del tráfico de "China Blanca" que tiene su origen en China, pasa por México y llega a Estados Unidos.
De acuerdo con las autoridades estadunidense, la sustancia química proviene de los laboratorios chinos, entra por los puertos mexicanos, principalmente del Pacífico, y llega a los improvisados laboratorios del narcotráfico mexicano donde la mezclan con la heroína y sale rumbo a la frontera con destino a las ciudades de Estados Unidos.
"Está por todos lados", dijo la enfermera Heather Sartori al diario The New York Times el año pasado, al advertir de la capacidad adictiva y mortal de la China Blanca.
Esta droga que nació de una flor cultivada en los campos de una de las regiones más pobres de México ha matado a 5.600 personas en Estados Unidos y Canadá entre 2006 y 2016, de acuerdo con cifras de la Oficina de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. Pero las autoridades de Estados Unidos todavía esperan más de esta droga que ya consideran una amenaza a la seguridad.
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